¡Alerta! Este hermoso pueblo noruego está a punto de ser sumergido por un enorme tsunami
Dentro de unas décadas, o quizás en cuestión de meses, el paradisíaco pueblo noruego de Geiranger podría quedar sumergido por un devastador tsunami. A qué se debe semejante catástrofe y cómo se preparan sus habitantes?
Un pequeño pueblo de Noruega, Geiranger, está amenazado por el riesgo de un tsunami: una ola de 100 metros de altura podría romper sobre este fiordo paradisíaco en caso de derrumbe de la ladera de la montaña.
La catástrofe podría ocurrir en unas pocas décadas o en unos meses. ¿Cómo se preparan los vecinos para afrontarlo?
La espada de Damocles
Esta es la historia de una grieta, mucho más grande desde los años 50, en la escarpada ladera de un fiordo noruego. Aunque entonces era posible escalarla, ahora divide la montaña en dos, no lejos del pueblo noruego de Geiranger. La fisura de Akernes tiene casi 70 metros de profundidad y crece a un ritmo de 9,5 centímetros al año.
Esta auténtica espada de Damocles amenaza a todos los habitantes del pueblo: según un modelo computarizado, parte de la montaña acabará deslizándose hacia el fiordo, uno de los más profundos de Noruega, provocando un enorme tsunami, uno de los mayores de la historia, con olas de 100 metros de altura, que engullirá escuelas, hospitales y casas situadas en lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Afortunadamente, los lugareños se han preparado con un sistema de alerta que les avisará con antelación para evacuar la zona. También se utilizará una nueva tecnología de drenaje para estabilizar la pared del acantilado, aunque es imposible determinar cuándo se derrumbará...
La lluvia como gatillante
En todo el mundo, los acantilados rocosos se están llenando de agua debido al aumento de las precipitaciones y al deshielo del permafrost, por lo que es seguro afirmar que el cambio climático está aumentando el riesgo de tsunamis causados por deslizamientos de tierra. Estas montañas en forma de mosaico acabarán cediendo cuando no haya nada que las sostenga.
Según Gustav Pless, geólogo del centro de vigilancia de desprendimientos del gobierno noruego, "bastaría un mes de lluvias muy intensas para acelerar el proceso". El país también está buscando formas de detener este tsunami mortal, como sistemas de estabilización, muy caros pero que permitirían drenar el agua de lluvia de la montaña.
Por el momento, aunque conscientes de los riesgos, muy pocos habitantes han abandonado Geiranger. La belleza eterna del pueblo es difícil de abandonar, por lo que algunos lugareños han empezado a cavar cañones para protegerse de los aludes. Otros también han construido sus casas alrededor de los caminos de los aludes. En previsión del desastre que se avecina...