Como en Jurassic Park: unos científicos logran "revivir" al lobo gigante extinguido hace 10,000 años
Colossal Biosciences sorprendió al mundo anunciando el nacimiento de tres cachorros de lobo gigante, una especie extinguida hace 10.000 años, mediante técnicas de edición genética y ADN antiguo. Es un gran hito en la ciencia y la conservación.

Imagina que paseas por un bosque y oyes el aullido de un animal que se extinguió hace miles de años. Parece sacado de una película, pero la ciencia acaba de convertir esta idea en realidad. Hace unas horas, la empresa estadounidense Colossal Biosciences anunciaba el nacimiento de tres crías de lobo gigante, una especie extinguida desde la última Edad de Hielo.
Colossal ya se ha hecho un nombre con proyectos ambiciosos como el regreso del mamut y el tigre de Tasmania. Ahora ha dado vida a dos machos, Rómulo y Remo, y a una hembra llamada Khaleesi. Los tres viven bajo cuidados especiales y presentan rasgos muy similares a los de los antiguos lobos gigantes. La pregunta que queda en el aire es: ¿cómo ha sido posible?
El ADN del pasado como clave del futuro
El primer paso para resucitar una especie extinguida es conocer su material genético. Para ello, los científicos de Colossal, en colaboración con universidades y centros de investigación, extrajeron fragmentos de ADN conservados en huesos fósiles de lobos gigantes hallados en Norteamérica. Como el ADN estaba incompleto, los investigadores compararon las secuencias con las de su pariente vivo más cercano: el lobo gris.

Basándose en esta comparación, los científicos identificaron los genes que definían al lobo gigante, como su gran tamaño, su robusta estructura ósea e incluso el color de su pelaje.
A continuación, utilizaron la técnica de edición genética CRISPR para insertar estos genes en el genoma de los lobos modernos. Los embriones modificados se implantaron en perras domesticadas, que actuaron como madres de alquiler para los nuevos (y viejos) cachorros.
¿Por qué recuperar una especie extinguida?
El proyecto de desextinción plantea una pregunta fundamental: ¿por qué invertir tanto esfuerzo en traer de vuelta animales que desaparecieron hace milenios? Para Colossal Biosciences, la respuesta va más allá de la curiosidad científica. La empresa afirma que proyectos como éste pueden conseguir lo siguiente.
- Restaurar ecosistemas antiguos, reintroduciendo especies que desempeñaron un papel fundamental en el equilibrio natural.
- Ayuda a la conservación de especies amenazadas, ya que los avances genéticos pueden aplicarse a animales vivos.
- Desarrollo de nuevas tecnologías genéticas, con aplicaciones en medicina, agricultura y biología sintética.
- Educar e implicar al público, promoviendo debates sobre biodiversidad y responsabilidad medioambiental.
Aun así, la desextinción es vista con cautela por muchos científicos, que advierten de los riesgos de desequilibrio ecológico y de los límites éticos de esta práctica.
Entre ciencia y ficción: los retos del mañana
A pesar del entusiasmo de las últimas horas, no todo son flores en el mundo de la biotecnología de vanguardia. Los propios científicos de Colossal reconocen que los nuevos «lobos gigantes» no son clones perfectos de los originales. Llevan rasgos genéticos similares, pero son el resultado de una combinación de ADN antiguo con el de los lobos modernos. Por esta razón, algunos prefieren llamarlos «neo-lobos» o «lobos híbridos».
TIME's new cover: The dire wolf is back after over 10,000 years. Here's what that means for other extinct species https://t.co/LQtosdfiEf pic.twitter.com/bv8EbeefuW
— TIME (@TIME) April 7, 2025
Además, la gran pregunta sigue siendo: ¿dónde y cómo vivirán estos animales? Liberarlos en la naturaleza sin planificación puede tener repercusiones imprevisibles. Por eso los cachorros se crían en zonas controladas, donde los expertos evalúan su comportamiento, interacciones e impacto en el medio ambiente.
El regreso del lobo gigante es sin duda un hito. Nos lleva a reflexionar sobre los límites de la ciencia, el poder de la tecnología y el papel que queremos asumir en el planeta: ¿seremos meros observadores o protagonistas de la vida que viene, incluso de la que ya se fue?
Referencia de la noticia:
Dire wolves to howl again in America thanks to ancient DNA. 7 de abril, 2025. The Times.