¿Cuáles son los riesgos para la salud de consumir carne podrida?

A partir de una intoxicación masiva que se registró en la provincia de Córdoba y dejó a varios consumidores hospitalizados, vale la pena recordar cómo detectar un alimento en mal estado de conservación y cómo prevenir una situación de estas características.

carne
A la hora de la preparación debemos estar muy atentos, ya que es más difícil detectar la carne en mal estado una vez que pasó por el proceso de cocción.

En los últimos días se registraron varias denuncias a través de la red social Facebook, con usuarios que reportaron estar intoxicados a partir de la ingesta de carne vacuna en mal estado. Según pudo reconstruir Meteored, al menos 50 personas que habían comprado el alimento en un minimercado de la localidad cordobesa de Capilla del Monte presentaron síntomas como vómitos, diarreas, fiebre y dolores abdominales, por lo tanto debieron ser atendidos por personal médico.

Los damnificados se recuperaron y evolucionan favorablemente, aunque la preocupación persiste: hay consumidores que congelaron la carne y aún no la consumieron.

Entre los síntomas que puede causar el consumo de estas carnes adulteradas, los especialistas de la sanidad mencionan diarrea, vómitos y dolor de cabeza. Sin embargo, las consecuencias pueden ser mucho más graves ya que todas las contaminaciones implican un riesgo para las salud de los consumidores.

Los riesgos de comer carne en mal estado

La carne en descomposición tiene un aumento de la proliferación bacteriana, por lo tanto quienes consumen un producto en mal estado, están ingiriendo bacterias que pueden provocar infecciones gastrointestinales, cuadros que pueden ir desde leves, a complejos e incluso graves. Una persona afectada por una infección intestinal puede presentar dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea en distintos grados e incluso deposiciones con sangre.

El tiempo que pasa entre que se consume la carne en mal estado y se presentan los primeros síntomas, es variable y depende de si el cuadro está dado por el aumento de la proliferación bacteriana o por toxinas presentes en la carne. Cuando hay toxinas, en general el cuadro se nota, en un par de horas. Pero si es por un aumento de proliferación de bacterias, puede incubarse por 24 y hasta 48 horas.

Cuando los cuadros son más severos, pueden presentar fiebre y deshidratación, hasta llegar a una infección generalizada y terminar en una falla orgánica múltiple.

El tratamiento depende de cuál es la bacteria que causa el cuadro y puede ir desde un tratamiento solo sintomático -hidratación abundante, manejo de fiebre, del dolor y las náuseas- hasta tratamiento antibiótico por tiempo acorde a la bacteria que afecta a la persona. Una vez iniciado el tratamiento, la infección gastrointestinal debería ceder en una semana como máximo aunque en el caso de los cuadros más graves, se podría requerir hospitalización, e hidratación y antibióticos administrados en forma intravenosa.

Carne en mal estado: cómo detectarla

La carne es uno de los alimentos que más aparece en la mesa de los argentinos y al mismo tiempo un “irremplazable” en la dieta humana por su alto valor proteico, su contenido en vitaminas del grupo B y su aporte de zinc y hierro de alta absorción. Sin embargo es altamente perecedero y todo lo bueno que tiene puede quedar anulado si se transforma en fuente de intoxicaciones.

carne gondola
La observación en la góndola por parte del comprador es fundamental. Se debe tener en cuenta el color, olor y por supuesto la fecha de vencimiento del envase.

Cómo saber si la carne está podrida depende de su presentación, ya que puede identificarse a simple vista por su color y textura, por su olor o sabor y por supuesto del animal al que pertenezca. En el caso de las carnes crudas las pautas para guiarse serían:

  • Ternera: si presenta un tono verdoso o un brillo iridiscente es más que probable que esté contaminada y en proceso de putrefacción.
  • Cerdo: la carne de cerdo de color gris no es indicativo de que esté mala lo que sí es indicativo es que tenga una capa viscosa y que no sea firme al tacto.
  • Aves: en los productos de origen avícola, como el pollo, el pato y la gallina el primer indicativo de putrefacción es su característico olor, su color grisáceo y que los jugos que desprende sean gelatinosos.

Cuidado cuando calculamos para un asado

Una recomendación especial es la de no cocinar cantidades excesivas, para evitar dejar la comida refrigerada durante mucho tiempo. Todo alimento refrigerado es seguro si se consume en un plazo de 24 a 48 horas desde su elaboración y refrigeración.

Debemos tener en cuenta que todos los microorganismos que producen intoxicaciones alimentarias no cambian el color, olor, sabor o textura de la carne. ¡Atención! porque se ve normal, pero intoxica igual.