Descubren las fortalezas más antiguas del planeta en un remoto lugar de Siberia

Este nuevo hallazgo arqueológico en Amnya, en Siberia, refuta la idea de que la agricultura y la ganadería eran requisitos previos para estructuras sociales complejas en la Edad de Piedra.

Amnya
Con este hallazgo se confirma que la agricultura no fue el único factor que impulsó a la gente a empezar a construir asentamientos permanentes.

Un equipo de investigación internacional dirigido por la Universidad de Berlín ha encontrado en Siberia una fortaleza prehistórica. El sorprendente asentamiento de Amnya, recién descubierto, refuta la idea de que la agricultura y la ganadería eran requisitos previos para estructuras sociales diversificadas.

Se elegían lugares estratégicos

En diversas partes de Eurasia, desde la península de Corea hasta Escandinavia, las comunidades de cazadores y recolectores desarrollaron asentamientos grandes y lugares estratégicos para controlar. Amnya, ubicada en el oeste de Siberia, es un claro ejemplo de cómo vivían hace miles de años. La riqueza de la taiga siberiana, como la pesca y los rebaños migratorios, sumaban el cóctel perfecto para desempeñar las principales funciones de la Edad de Piedra.

Lo más destacable del hallazgo es que hasta ahora las fortificaciones defensivas sólo estaban asociadas históricamente al surgimiento de las sociedades agrícolas. Ahora, con el hallazgo del asentamiento fortificado de Amnya se plantean nuevas cuestiones y teorías, pues acaban de descubrir la primera fortaleza prehistórica con una antigüedad de 8000.

El descubrimiento del fuerte más antiguo del mundo

Este descubrimiento fue publicado en la revista Antiquity, estando dirigido por varios investigadores de la Universidad de Berlín, tras un trabajo de campo que comenzó en 2019. Los análisis paleobotánicos y estratigráficos mostraban que los habitantes de Siberia occidental llevaban un estilo de vida muy sofisticado.

Edad de Piedra Siberia
La taiga siberiana, la pesca y los rebaños migratorios fueron elementos clave para desempeñar las principales funciones de la Edad de Piedra. Fuente: Cambridge University Press.

Amnya es el fuerte de la Edad de Piedra más septentrional de Eurasia y se asienta sobre un promontorio junto al río Amnya. Está justo al este de los Montes Urales, a unos 2500 kilómetros al noreste de Moscú. Esta sociedad pescaba en el río y cazaban renos con lanzas con puntas de piedra y hueso. También para conservar sus reservas de aceite de pescado y carne, elaboraban cerámicas altamente decoradas.

Las fortalezas de Amnya son más de 1000 años más antiguas que los recintos y fortificaciones más antiguos asociados con comunidades agrícolas, que se encuentran principalmente en Europa central, el Egeo y el Levante.

Los hallazgos de Siberia, junto con otros ejemplos como el de Gobekli Tepe (un antiguo Santuario)en Anatolia, contribuyen a una reevaluación más amplia de las nociones evolucionistas. Todos estos descubrimientos refutan la idea de que la agricultura y la ganadería eran actividades únicamente desarrolladas por sociedades complejas.

Obliga a replantear varios puntos de la historia

Este descubrimiento cambia nuestra comprensión de las sociedades humanas primitivas. Los edificios demuestran las capacidades arquitectónicas y defensivas avanzadas de las sociedades de la taiga o bosque boreal.

Cuestiona la idea de que la gente comenzó a construir asentamientos con arquitectura monumental sólo con la llegada de la agricultura. Hasta el momento, también se revocan las suposiciones previas de que la competencia y el conflicto estaban ausentes en las sociedades de cazadores y recolectores.