Emergencia global: importantes revistas científicas hacen llamado urgente por la salud planetaria
Más de 200 publicaciones del ámbito de la salud se unieron para exigir a organizaciones mundiales y líderes políticos a reconocer que la crisis climática es tan grave que constituye una emergencia sanitaria mundial.
“Actualmente, el mundo está respondiendo a la crisis climática y a la crisis de la naturaleza como si fueran desafíos separados. Este es un error peligroso”. Así comienza la editorial publicada de manera simultánea por más de 200 revistas de salud el pasado mes de octubre.
La British Medical Journal (BMJ), la Journal of Internal Medicine, The Lancet, entre otras figuran en la larga lista de publicaciones científicas relacionadas a temas de salud que interpelan a líderes políticos y profesionales de la salud para que comprendan que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad no son desafíos independientes, sino una crisis unificada que debe abordarse conjuntamente para preservar la salud y evitar una catástrofe inminente.
Con la 28ª Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas (ONU) sobre cambio climático en Dubai y la 16ª sobre biodiversidad en Turquía en 2024 cada vez más cerca, expertos de todo el mundo hacen un fuerte llamado a reconocer que estas crisis están entrelazadas.
¿Cómo afectan estas crisis a la salud y bienestar?
Evidencias hay de sobra y ha sido continuamente publicada no solo en revistas de ciencia especializadas. La contaminación, la sequía o la deforestación y sus efectos sobre la salud humana y animal son, a estas alturas, pan de cada día en los medios de comunicación.
¿Y qué tiene que ver una cosa con otra? Todo. Así lo remarcan fuertemente quienes firman y publican la editorial:
“La crisis climática y de la naturaleza tendrá efectos importantes en la salud debido a la interrupción de sistemas sociales y económicos, lo que llevará a la escasez de tierra, refugio, alimentos y agua, exacerbando la pobreza y desencadenando migraciones masivas y conflictos”.
En otras palabras, y si aún no queda claro, se mencionan algunos ejemplos:
- La contaminación del agua ha dañado su calidad, causando un aumento de enfermedades transmitidas por el agua.
- La contaminación de agua en tierra puede tener efectos de largo alcance en ecosistemas distantes cuando esa agua fluye hacia el océano.
- Cambios en el uso del suelo han forzado a decenas de miles de especies a un contacto más cercano, aumentando el intercambio de patógenos y el surgimiento de nuevas enfermedades y pandemias.
- La pérdida de biodiversidad amenaza la alimentación global. Alrededor de una quinta parte de la población mundial depende de especies silvestres para alimentos y sustento.
Tomando en cuenta estos aspectos, los especialistas enfatizan en que “la salud humana se ve perjudicada directamente tanto por la crisis climática como por la crisis de la naturaleza, y las comunidades más pobres y vulnerables suelen soportar la carga más pesada”.
Una crisis sin fronteras para la salud mundial
Aunque la Conferencia de las Partes (COP) 2022 logró algunos acuerdos relevantes como la gestión efectiva de al menos el 30% de las tierras, zonas costeras y océanos del mundo para 2030, la crítica por parte de los firmantes de esta editorial es que “se debe promover una mejor integración de los planes climáticos nacionales con sus equivalentes en biodiversidad”.
La editorial plantea una fuerte crítica a los líderes políticos:
“Deben reconocer tanto las graves amenazas para la salud derivadas de la crisis planetaria como los beneficios que pueden derivarse para la salud de hacer frente a la crisis, pero antes, debemos reconocer esta crisis como lo que es: una emergencia sanitaria mundial”.
Por otro lado, mencionan que los tres criterios de la Organización Mundial de la Salud para declarar esta situación como una emergencia de salud pública de interés internacional, es decir:
- que sea repentina, inusual o inesperada
- que tenga implicaciones para la salud pública más allá de las fronteras nacionales del estado afectado;
- que pueda requerir una acción internacional inmediata.
Y según su perspectiva “el cambio climático parece cumplir con todas esas condiciones”.
Por esto, finalizan declarando que “hacemos un llamado a la OMS para que haga esta declaración antes o durante la 77ª Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2024”.