Encuentran a hombre momificado dos semanas después desde la última vez que lo vieron con vida
En un rincón de Sofía, Bulgaria, se desentraña un enigma que desafía la lógica y la ciencia misma: un hombre que había desaparecido durante apenas 16 días fue encontrado en un estado de momificación completa.
El drama comenzó cuando el cuerpo de un hombre de 34 años, con un historial de alcoholismo, fue descubierto junto a una vía de ferrocarril el 3 de septiembre. Sorprendentemente, el último avistamiento conocido de este hombre con vida data del 16 de agosto, poco más de dos semanas antes de su macabro hallazgo. La policía confirmó su identidad y comenzó a investigar el misterio detrás de esta momificación ultrarrápida.
El estado en el que se encontró el cadáver resultó ser verdaderamente sorprendente. Todavía vestía la misma camiseta, pantalones cortos y calcetines con los que lo habían visto. Pero su piel había adquirido una coloración que variaba de marrón claro a marrón oscuro, y su textura se había vuelto dura.
El cerebro y otros órganos del hombre muerto se habían convertido en "masas sin estructura" de color negro pardusco. El tejido graso del hombre había desaparecido casi por completo. Sus músculos también estaban secos y de colores brillantes, ya que el líquido de su cuerpo se había evaporado por completo.
No se encontraron heridas traumáticas en el cuerpo. Sin embargo, se encontraron numerosas lesiones pequeñas y redondas en varias partes del cuerpo, lo que indica que habían entrado gusanos en el cuerpo post mortem.Los científicos que están investigando este suceso no pueden comprender cómo es que este cadáver alcanzó en solo dos semanas un estado tan avanzado de momificación.
Sin respuestas
Por lo general, la momificación sólo es posible en condiciones de calor y sequedad extremos, con temperaturas diurnas que no bajan de los 30 °C y una humedad promedio que se mantiene por debajo del 50 %.
También son necesarios niveles de radiación solar de aproximadamente 600 vatios por metro cuadrado para que se produzca la momificación natural, mientras que velocidades del viento de alrededor de 32 kilómetros por hora ayudan a acelerar el proceso. Cuando se cumplen todas estas condiciones, es posible que un cadáver se seque lo suficientemente rápido como para detener el proceso de descomposición, lo que lleva a la preservación.
Sin embargo, durante los días transcurridos entre la muerte del hombre y el descubrimiento de su cadáver momificado , la temperatura en Sofía fluctuó entre 16 y 33°C, quedando así fuera del rango requerido para la momificación natural. Mientras tanto, la humedad relativa se registró en un 52 por ciento y la radiación solar promedio fue de sólo 257,9 vatios por metro cuadrado.
La velocidad del viento también estaba muy por debajo del valor necesario para que se produjera la momificación, aunque los autores especulan que el paso de los trenes puede haber ayudado a crear condiciones de viento que podrían haber contribuido a la evaporación del líquido del cuerpo.
Por lo tanto, las condiciones meteorológicas no ayudan a explicar completamente cómo el hombre se volvió una momia y el suceso continúa siendo un misterio.