¿Evitará la IA que tengamos que aprender idiomas? ¿Se acerca el fin de la profesión de traducción e interpretación?
A través de la tecnología, con un simple teléfono móvil, podemos comunicarnos en nuestro día a día con personas de las que desconocemos su idioma. Pero, ¿conseguirán estas herramientas informáticas desbancar el aprendizaje de nuevas lenguas? ¿Son infalibles?
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el mundo en que vivimos, también reduciendo las barreas lingüísticas. Hoy, tanto desde Android como en iOS, herramientas como Google Assistant hacen ya las veces de traductor e intérprete.
Y es que, través de programas de traducción asistida, los desarrolladores han conseguido que sea posible la comunicación entre personas que hablan diferentes lenguas de un modo fácil y relativamente rápido.
Así que, ante esta coyuntura, surgen necesariamente las preguntas de si seguir aprendiendo idiomas merece la pena desde el punto de vista personal, social y profesional. Y también si la profesión de traductor se encuentra en serio peligro de extinción a causa del desarrollo y la democratización de la IA.
¿Qué ventajas aportan las IA de traducción?
La mejora continua de estas herramientas de traducción en tiempo real, que funcionan como un intérprete portátil, hace posible la comunicación con personas de otros países sin necesidad de aprender su idioma.
Esto resulta verdaderamente útil en algunas circunstancias. Por ejemplo, en sanidad o educación, permite a médicos y profesores relacionarse con pacientes o padres de alumnos, respectivamente, que hablan un idioma diferente.
También resulta de gran ayuda en viajes de placer al extranjero o en reuniones telemáticas de trabajo con profesionales de otros países.
La tecnología de traducción puede incluso desempeñar un papel en la preservación de lenguas indígenas y minoritarias que se encuentran en riesgo de desaparecer al crear bibliotecas digitales que permiten a los usuarios a acceder y comprender textos en estos idiomas.
¿Por qué seguirá siendo valioso el aprendizaje de idiomas?
Sin embargo, a pesar de todo, es poco probable que aprender idiomas se convierta en algo totalmente innecesario. ¿La clave? La IA puede ser una gran aliada, pero no es un reemplazo completo para la inmersión lingüística y cultural. Es decir, el aprendizaje de otras lenguas tiene ventajas que la IA no puede reemplazar totalmente y, por eso, seguirá siendo necesario.
Conexión cultural
Aprender un idioma va mucho más allá del campo de la gramática o la fonética. También implica entender la cultura, las costumbres y la forma de pensar de los hablantes nativos. Estos son ingredientes fundamentales para fomentar la empatía y una comprensión más profunda que todavía no están al alcance de la traducción automática.
Matices y sutilezas detrás de las palabras
Los matices, dobles sentidos y expresiones idiomáticas que encierran algunas frases que dependen del contexto social, aún no son perfectamente comprensibles por las máquinas.
Y, aunque es cierto que la IA ha mejorado mucho en este campo, las traducciones automáticas pueden perder el significado emocional o cultural que hay detrás de las palabras.
Adaptación a la realidad social y creatividad lingüística
El uso de un idioma requiere creatividad y flexibilidad para adaptarse a las nuevas realidades sociales, necesarias para inventar expresiones nuevas o jugar con el lenguaje. Y esto es algo que la IA aún no puede hacer de manera espontánea y natural.
Maximizar la interacción personal
Quizá esta sea una de las cuestiones más importantes, y es que la comunicación humana no se limita solo a lo verbal. Los gestos, el tono, el ritmo y algunas expresiones varían según el idioma de que se trate. Por ello, aprender a captar estas señales y saber comunicarlas de manera efectiva marcan, sin duda, una gran diferencia.
Por ejemplo, en algunas culturas, el contacto visual directo se considera una muestra de respeto; en otras, la ausencia de este es un signo de respeto o deferencia a la autoridad, como recuerda Meryem Karlik, Coordinadora del Centro de Idiomas de la Universidad Estatal de Tashkent, en Uzbekistán.
Aumento de la capacidad cognitiva
Aprender un nuevo idioma es una buena forma de mejorar las habilidades cognitivas relacionadas con la memoria y la capacidad de resolución de problemas. Los expertos aseguran que hablar varios idiomas también favorece la flexibilidad mental y puede retrasar el envejecimiento del cerebro.