Hallaron un lápiz labial de 3700 años con ingredientes muy parecidos a los modernos
Encontraron los restos de un lápiz labial rojo de 3700 años de antigüedad, en el sudeste de Irán. Este descubrimiento confirma que las prácticas de belleza datan, al menos, de la Edad del Bronce.
En el año 2001, un grupo de arqueólogos que se encontraba trabajando en una excavación en la provincia de Kerman, en el sureste de Irán, halló un tubo de lápiz labial rojo de 3700 años de antigüedad de una tumba saqueada en la región de Jiroft.
Este hallazgo explica que las prácticas de belleza se vienen desarrollando desde el pasado lejano, y que incluso desde la Edad del Bronce las sociedades más antiguas tenían una idea de la sofisticación.
El lápiz labial rojo más antiguo
La pieza encontrada hace poco más de dos décadas fue analizada recientemente con datación por radiocarbono, un método que utiliza el isótopo radioactivo carbono-14 (14C) para determinar la edad de materiales que contienen carbono hasta unos 50 mil años.
Ese estudio reveló que el artefacto cosmético encontrado data de la Edad del Bronce y se fabricó en algún momento entre 1936 y 1687 a. C., lo que lo convierte en el lápiz labial más antiguo del que se ha informado analíticamente.
Después de casi cuatro milenios, el residuo que queda en el tubo contenedor era un fino polvo violeta. El análisis químico de esta sustancia sugiere que la barra de labios contiene hematita, conocida por su intenso color rojo. Estaba oscurecido con braunita y manganita y completado con restos de anglesita, galena y otras sustancias orgánicas.
El arcaico cosmético también contiene fibras vegetales , probablemente debido a sus propiedades aromáticas. Investigaciones más profundas revelan la presencia de partículas de cuarzo extraídas de arena molida o de cristales. Los investigadores también sugieren que se añadió un poco de brillo al cosmético, aunque otra explicación es que el cuarzo se desprendió del tubo en descomposición.
Lápiz labial: el mismo ayer y hoy
El equipo de investigación observó que la composición química de este lápiz labial de la Edad del Bronce tiene un parecido sorprendente con los ingredientes de los lápices labiales modernos.
Las elaboradas decoraciones en el tubo contenedor del labial (lo que conocemos hoy como ‘packaging’), con finas incisiones y detalles, respaldan la idea de que esos productos cosméticos en la antigüedad se marcaban, empaquetaban y también comercializaban.
Los investigadores deducen que, probablemente estaban contenidos en tipos estándar de tubos con formas específicas para permitir una fácil identificación visual, como en el caso de los perfumes y cosméticos contemporáneos.
El maquillaje en la historia antigua
Según los investigadores, la avanzada edad de este lápiz labial encontrado no es tan sorprendente, teniendo en cuenta la larga tradición cosmética en el antiguo Irán.
Por ejemplo, los delineadores y sombras para ojos, como las bases de maquillaje de kohl negros se han identificado en el antiguo Cercano Oriente y Egipto. Sin embargo, los pigmentos de color rojo intenso siguieron siendo difíciles de encontrar hasta el reciente descubrimiento del antiguo lápiz labial.
Recientemente, un número creciente de estudios analíticos se han centrado en los cosméticos del Calcolítico (Edad del Cobre) tardío y de la Edad del Bronce temprana. Estos estudios han revelado métodos de procesamiento químico previamente desconocidos que combinan metalurgia antigua y química orgánica.
De hecho, es común descubrir cántaros de piedra prehistóricos que contienen sustancias similares en Mesopotamia, Irán, Anatolia y Egipto. Incluso en el sur de Asia Central se utilizaron técnicas innovadoras para producir a gran escala cosméticos a base de cerusita y color blanco plomo.
La complejidad de las primeras recetas iraníes puede haberse visto favorecida por la mayor complejidad de los afloramientos polimetálicos, que marcan grandes regiones geológicas de la meseta central iraní, explican desde ScienceTimes.
En contextos funerarios, la frecuente ofrenda de frascos cosméticos al difunto indica que se creía que las personas sociales construidas estéticamente sobrevivían a la muerte física de un individuo.