Jardín vertical: cómo construir una huerta colgante en casa y no morir en el intento
¿Vives en un departamento pequeño o en una casa donde cada metro cuadrado cuenta? No te preocupes, porque la jardinería tiene un as bajo la manga: los huertos verticales.
Montar un jardín vertical no es solo una solución para aprovechar el espacio, también es una terapia muy económica. Tener plantas cerca mejora el ánimo, ayuda a concentrarse y, según dicen, estimula la creatividad. Además, si le agregamos hierbas, el huerto vertical puede ser un elemento decorativo que aporta estilo, aromas deliciosos y la excusa perfecta para decir "¡mira qué chef orgánico soy!".
Tipos de jardines verticales
Cada tipo tiene sus ventajas y características únicas. Antes de crearlo, considera el espacio, las especies que quieres cultivar y el nivel de mantenimiento que estás dispuesto a realizar para elegir el sistema que mejor se adapte a tus necesidades.
Jardín vertical tradicional
Es el más sencillo y común. Las plantas crecen desde el suelo, generalmente en macetas, y se utilizan estructuras verticales como guías para especies trepadoras. Ideal para quienes buscan un diseño clásico y fácil de implementar.
Jardín vertical montado sobre una estructura
Este sistema es más profesional y técnico. Emplea capas de geotextil, espuma para retener humedad, mallas y filtros que se instalan sobre un soporte de aluminio. Generalmente incluye un sistema de riego automático, lo que lo hace perfecto para proyectos de mayor envergadura o espacios con muchas plantas.
Jardín vertical con bolsillos de geotextil
Los bolsillos de cultivo son una opción modular, sencilla y ampliable. Permiten comenzar con pocas plantas e ir sumando más según lo necesites. Es una alternativa práctica para principiantes.
Jardín vertical con contenedores reciclados
Se pueden usar materiales como plástico reciclado o madera para crear contenedores ligeros y duraderos. Es ideal si buscas un proyecto sostenible y personalizable.
Jardín vertical con sistema modular
Estos sistemas consisten en módulos tipo cajones que se encajan en una estructura metálica preinstalada. Ofrecen flexibilidad, ya que los módulos se pueden reorganizar fácilmente.
Jardín vertical con sistema flotante
Perfecto para plantas colgantes. En este diseño, los módulos o macetas se colocan en la parte superior del muro, dejando que las plantas crezcan hacia abajo, aprovechando la gravedad para cubrir la pared con vegetación.
Dónde instalarlo y qué necesitarás
El lugar ideal para tu huerto vertical es cualquier espacio con buena luz natural, al menos por unas horas al día. Los favoritos son la cocina, para tener los condimentos siempre a mano; el balcón, por la luz solar; o el salón, si quieres impresionar con un romero decorativo que también huela bien.
Antes de empezar, realiza un esquema en papel marcando la ubicación y toma las medidas necesarias. Este paso te dará mayor claridad y hará que todo el proceso sea más sencillo y seguro.
Lista de imprescindibles para arrancar:
- Enrejado de madera (o soporte similar).
- Soportes para macetas.
- Macetas o contenedores. Mucho mejor si son reciclados, como botellas PET.
- Herramientas de jardinería (una pala pequeña es suficiente).
- Tierra fertilizada y piedras para el drenaje.
- Semillas o plántulas.
- Una regadera y, sobre todo, ¡ganas de ensuciarte las manos!
Elige contenedores que se ajusten al tamaño y necesidades de las plantas que quieres cultivar. Puedes optar por maceteros de pared, colgantes, bolsas de plantación verticales o incluso reutilizar botellas de PET recicladas. Cada opción se adapta a diferentes estilos y espacios, permitiéndote personalizar tu jardín vertical.
¿Qué plantar? De especias a verduras, todo vale
¿Tienes dudas sobre qué plantas elegir? Aquí está la regla de oro: planta lo que realmente vas a usar en las comidas. Hierbas como perejil, albahaca, cilantro y romero son un regalo en la cocina.
También puedes probar con moras, zanahorias mini o hasta tomates cherry si te animas. Eso sí, cuidado con las combinaciones: la albahaca necesita su espacio, mientras que el romero, tomillo y salvia son amigos inseparables.
Si buscas una alternativa más ambiciosa, puedes optar por plantas trepadoras como frijoles, tomateras, maracuyá o chayote, que funcionan muy bien en jardines verticales con espalderas, añadiendo un toque de altura y abundancia a tu espacio verde.
Los cactus y las suculentas son opciones ideales para quienes buscan plantas resistentes y de bajo mantenimiento. Son una excelente alternativa para iniciarte en el mundo de la jardinería sin exigir demasiado tiempo ni esfuerzo.
Otro aspecto clave es la fertilización. Dedica tiempo a entender las necesidades nutricionales de tus plantas y, cuando notes que el suelo carece de nutrientes, no dudes en agregar fertilizante para mantenerlas saludables y en pleno crecimiento.