La actividad solar máxima está alcanzando niveles no vistos en 20 años, ¿supone algún peligro para la Tierra?
La actividad del Sol se ha incrementado en los últimos meses y el punto máximo de su ciclo vital está previsto para mediados del año 2025, ¿qué efectos podría tener en la Tierra?
Las predicciones meteorológicas las utilizamos todos los días y las tenemos muy a mano en nuestros móviles, ordenadores y televisiones. ¿Y qué pasa con los pronósticos solares? Si se tiene en cuenta que cada ciclo solar consta aproximadamente de 11 años, es prácticamente una novedad, ya que el primer pronóstico solar se emitió en 1989, y por aquel entonces era el Ciclo Solar 22. Entre finales de 2019 y principios de 2020 comenzó el que sería el Ciclo Solar 25. ¿Qué se espera de él?
Manchas y ciclos solares
El Sol nos puede parecer una esfera inalterable vista desde la Tierra, pero posee fluctuaciones en su actividad y una dinámica algo compleja. El helio y el hidrógeno que son los gases calientes de nuestra estrella, se encuentran cargados eléctricamente. Esta carga genera áreas con fuerzas magnéticas vigorosas llamadas campos magnéticos. El movimiento de estos gases hace que las líneas de campo se alarguen, enreden y se produzca lo que conocemos como la actividad solar.
Esta actividad solar no es constante, en algunos casos suele ser más débil presentando mínimos y en otros casos suele ser muy activa presentando máximos. Estas etapas se encuentran dentro de lo que se conoce como ciclo solar que dura alrededor de 11 años. En cada ciclo solar el campo magnético del Sol cambia de tal modo que sus polos norte y sur se invierten de lugar.
En cuanto a las manchas solares, estas son regiones con una intensa actividad magnética. Justamente la cantidad de manchas solares que se observan les da una idea a los científicos de la cantidad de luz, energía y material está liberando el Sol al espacio. Cuantas menos manchas, menos energía y cuantas más manchas más actividad solar.
¿Qué se espera del Ciclo Solar 25?
Los científicos suelen rastrear y realizar un pronóstico según el número de las manchas solares. Antes de empezar este nuevo Ciclo Solar 24 predijeron que iba a ser muy parecido al anterior. El comienzo iba a ser tranquilo, pero desde el 2023 a 2026 las manchas solares presentarían su nivel más alto. Según las primeras estimaciones habrían entre 95 y 130 manchas. A pesar de eso, estas cifras son bajas, ya que normalmente oscilan entre 140 y 220 manchas solares por ciclo solar.
En la actualidad, nos encontramos dentro de ese máximo y podemos ver que a pesar de tener nuevas herramientas para realizar predicciones solares, el pronóstico no fue muy certero, quedándose corto. Según los científicos, el pico máximo se deberá alcanzar en algún momento alrededor de julio del 2025. con aproximadamente 115 manchas.
Aún considerándose un ciclo más débil que el anterior, este verano ha despertado más rápido y de manera más enérgica presentando 159 manchas en julio y 115 en agosto, según explican desde la revista Science.
¿Cuáles podrían ser las consecuencias en la Tierra?
Durante el máximo de manchas solares ocurre que esta conversión de energía magnética en energía térmica tiene lugar de forma violenta y explosiva. Esto es lo que suele pasar cuando se liberan enormes cantidades de energía, produciéndose un calentamiento más repentino. En el caso del Sol, se expulsa masa, concretamente plasma solar de su atmósfera.
Las partículas eléctricas como los protones y los neutrones son expulsadas por el Sol a velocidades altísimas, por lo que pueden alcanzar la Tierra en cuestión de días. Estas tormentas magnéticas son muy temidas. Sin embargo, la naturaleza ha dotado a la Tierra de un campo magnético cuya forma permite desviar este viento eléctrico y capturar sus partículas dirigiéndolas a los polos, como ocurre con las famosas auroras boreales.
La potencia de estos fenómenos puede ser tan grande que los satélites artificiales, como todos los de comunicaciones, pueden quedar fuera de servicio. Esto ocurrió el 1 de septiembre de 1859 con la tormenta geomagnética más potente jamás registrada. Este evento dejó fuera de servicio la red telegráfica durante 14 horas consecutivas y causó auroras incluso en latitudes bajas.
Las tormentas solares pueden interferir con las señales de radio, los satélites y las misiones espaciales, los sistemas de comunicación dentro de la Tierra, los sistemas de GPS, las operaciones de centrales eléctricas y la seguridad de la aviación, etc. Pueden generar apagones eléctricos globales que dañan los transformadores de energía, afectando a la infraestructura eléctrica y la vida cotidiana de todos.