La escalofriante captura de los bomberos canadienses: un enorme tornado de fuego muy poco convencional
Un nuevo fenómeno en el seno de los devastadores incendios de Columbia Británica (Canadá), pone en evidencia la extrema complejidad de los fuegos forestales. ¿Qué es exactamente lo que se aprecia en el video?
La meteorología juega un papel fundamental en el transcurso de un incendio y el propio incendio puede, a su vez, alterar las condiciones previas, creando un entorno propio con fenómenos tan bizarros como el que pudo captar hace unos días un bombero que trabajaba en las labores de extinción en la Columbia Británica (Canadá).
Una oleada incesante de incendios forestales ha estado asolando Canadá desde el mes de marzo. La intensidad aumentó en junio y todas las provincias y territorios se han visto afectados.
Hasta el pasado 21 de agosto, se han declarado más de 5800 incendios en el país, afectando 15 millones de hectáreas. Esto representa un 4% de la superficie forestal total y supera en seis veces la media anual. Se han reportado cinco muertes y 156.000 personas han sido evacuadas de sus casas.
¿Tornado, tolvanera o manga marina?
Analicemos tres fenómenos aparentemente muy parecidos entre sí, pero en cuyas diferencias radica la respuesta al fenómeno captado en el vídeo.
Tornado
En las imágenes se aprecia un embudo girando violentamente sobre las aguas de un lago. El agua pulverizada cerca de la superficie denota vientos intensos, del orden de los 90 km/h. La duración y extensión del fenómeno hace pensar en un tornado, conectado con la base de una nube de desarrollo vertical (cúmulo o cumulonimbo).
Un tornado es una columna de aire que rota violentamente y está habitualmente conectada a la base de una nube. Los tornados pueden formarse sobre tierra o sobre grandes superficies de agua. En este último caso se denominan mangas o trombas marinas.
Tolvanera y “remolino de fuego”
Las tolvaneras son pequeños vórtices de polvo que se forman sobre superficies muy calientes como los desiertos. No son considerados tornados puesto que no tienen conexión con la base de una nube (nube embudo), sino que se forman en condiciones de buen tiempo, con cielos despejados. Tienen menor intensidad, tamaño y duración que los tornados.
El entorno de un incendio es un lugar idílico para la formación de tolvaneras como las que se vieron cerca del observatorio astronómico de Izaña en Tenerife. El fuerte calentamiento superficial, genera térmicas: bolsas de aire caliente (menos denso que el aire circundante) que adquieren rotación y se van estirando en la vertical. Los vientos rotatorios en las tolvaneras pueden absorber las llamas de un incendio cercano, formando lo que se conoce informalmente como “remolinos de fuego”.
Queda descartado que el fenómeno del vídeo sea una tolvanera, puesto que se desharía al tocar el agua y el remolino se vería mucho más pequeño y desorganizado.
Un fenómeno potencialmente mortal
No hace falta decir, que un tornado en el seno de un voraz incendio forestal es la peor de las combinaciones. Los fuertes vientos asociados pueden propagar las llamas a gran velocidad, aunque en un área reducida.
La naturaleza impredecible de los tornados y tolvaneras los convierte en fenómenos mortales para aquellas personas que se encuentren cerca, incluyendo las brigadas de lucha contra el fuego. Es por esta razón que la meteorología juega un papel crucial en el desarrollo de un incendio. Fenómenos de micro-escala como los tornados, pueden cambiar el curso de los acontecimientos.