La NASA alerta por una ciudad que se desliza hacia el océano a un increíble ritmo de hasta 10 centímetros por semana

Científicos de la NASA revelaron que la península de Palos Verdes, en el sur de California, se está desplazando hacia el océano a una velocidad escalofriante. Las lluvias extremas de los últimos años habrían acelerado un proceso que lleva décadas en curso.

California Rancho Palos Verdes deslizamiento alerta NASA
La velocidad del desplazamiento se ha incrementado de manera significativa en los últimos meses. Vía @firehorse249791 en X.

Un equipo de investigadores del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA confirmó que una ciudad situada en la península de Palos Verdes, al sur de California, está sufriendo un deslizamiento de tierra preocupante que la está empujando hacia el océano.

Los datos recopilados por tecnología de radar de alta precisión indican que el suelo se desplaza hasta 10 centímetros por semana, un ritmo que ha alarmado a científicos y autoridades.

Si bien este fenómeno ha estado en desarrollo durante más de seis décadas, los especialistas destacan que la velocidad del desplazamiento se ha incrementado de manera significativa en los últimos meses. Este aumento coincide con las intensas lluvias registradas en 2023 y el invierno excepcionalmente húmedo de 2024, que podrían haber intensificado la inestabilidad del terreno.

Monitoreo con tecnología de punta

Para evaluar la situación con precisión, los científicos utilizaron el radar UAVSAR (Radar de Apertura Sintética para Vehículos Aéreos No Tripulados), una tecnología de teledetección avanzada que permite medir con detalle los desplazamientos del terreno. Entre el 18 de septiembre y el 17 de octubre de 2024, un avión Gulfstream III sobrevoló la región en cuatro oportunidades, capturando datos en tres dimensiones sobre la velocidad y dirección del movimiento de la tierra.

California Rancho Palos Verdes deslizamiento alerta NASA
Zona de Palos Verdes afectada por el desplazamiento del suelo, un fenómeno que se ha intensificado tras las fuertes lluvias recientes. Crédito: NASA

Además, los especialistas complementaron esta información con mediciones obtenidas a través de los satélites Sentinel-1A y 1B de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Los mapas generados por estas observaciones revelaron zonas de desplazamiento acelerado, evidenciado por colores más oscuros en las imágenes, con flechas que indican la dirección del movimiento horizontal.

Un problema creciente

Las imágenes y los datos recopilados han sido compartidos con las autoridades de California para que puedan tomar medidas preventivas y mitigar los posibles efectos de este fenómeno. Además, la información ha sido publicada en el Portal de Mapeo de Desastres de la NASA, permitiendo el acceso público a los datos.

Este deslizamiento de tierra plantea serios desafíos para los residentes y las autoridades locales. El riesgo de daños estructurales en viviendas e infraestructuras aumenta a medida que el terreno sigue cediendo. Por ello, los esfuerzos de monitoreo y prevención se han convertido en una prioridad en la región.

La misión ARIA (Análisis e Imágenes Rápidas Avanzadas) de la NASA, en colaboración con el Instituto de Tecnología de California (Caltech), ha desempeñado un papel clave en la investigación de este tipo de fenómenos. Desde su implementación en 2007, esta tecnología ha permitido estudiar eventos naturales en todo el mundo, desde terremotos hasta el derretimiento de glaciares y cambios en los ecosistemas.

Incertidumbre y medidas a futuro

Para los habitantes de la península de Palos Verdes, la situación genera preocupación e incertidumbre. La posibilidad de que el desplazamiento continúe acelerándose podría significar un riesgo inminente para las propiedades y la seguridad de la región. Las autoridades locales ya han comenzado a evaluar medidas de mitigación para frenar el avance del deslizamiento y proteger la infraestructura de la ciudad.

Mientras los científicos continúan monitoreando el fenómeno, la comunidad de Palos Verdes enfrenta una carrera contra el tiempo para evitar que el suelo que los sostiene termine cediendo ante la fuerza de la naturaleza.