"La supercélula más impresionante que he cazado nunca": increíbles imágenes obtenidas por cazadores de tormentas
Luces, colores, sonidos, olores... las tormentas brindan un espectáculo para todos los sentidos. Los mejores cazadores de tormentas nos comparten sus trofeos.
La mayoría de los mortales tratan de evitar el peligro asociado a los eventos meteorológicos extremos: relámpagos que iluminan amenazantes nubes de tormenta, vientos destructivos, cortinas de agua que impiden ver más allá de unos metros y no, a casi ninguno le divierte que su vehículo sea dañado por el granizo.
Sin embargo, hay gente que hace todo lo contrario a lo que le aconseja su instinto de supervivencia. Pese a lo que muchos pueden suponer, no son temerarios, es gente que se ha entrenado para enfrentar el peligro asumiendo riesgos sin pasar los límites. Ellos son los cazadores de tormentas, una especie en continua expansión en todo el planeta.
A medida que el cambio climático potencia los extremos, haciendo que los eventos meteorológicos extremos sean cada vez más intensos y frecuentes, cazar tormentas ofrece un coctel de adrenalina y ciencia que cada vez más gente quiere disfrutar. Lógicamente hay riesgos, la mayoría calculados.
Sin embargo, en ciertas ocasiones la naturaleza se comporta a su manera, y de manera imprevisible puede ocurrir una tragedia, como la del experimentado caza tormentas Tim Samaras, que falleció, junto con su hijo y otro caza tormentas, a causa de las heridas que le ocasionó un monstruoso tornado en 2013. Dicho tornado marcó un récord mundial por su ancho de 4 km, y es el único evento trágico en los que los cazadores de tormentas han estado directamente involucrados.
Aterradoramente maravilloso
La dualidad de ciertos fenómenos meteorológicos que pueden ser tan fascinantes como dañinos y peligrosos, son el foco de atención de miles de estadounidenses, año tras año.
Las superceldas son el mayor trofeo al que puede aspirar un caza tormentas.
Una supercelda es una super tormenta, una estructura nubosa visualmente imponente que puede estar formada por una o varias tormentas organizadas, tiene un sentido de rotación y que por sus características pueden durar horas y retroalimentarse, descargando intensos chaparrones, fuertes ráfagas de viento, granizo de gran tamaño y, en ocasiones, uno o varios tornados.
Alex Spahn (@spahn711) es un Licenciado en Física y Astrofísica, profesor de física, astronomía y ciencias de la Tierra, cazador de volcanes y cazador de tormentas para KTEN, el canal 10 de Ada, Oklahoma, y nos comparte esta imagen de una supercelda, a la que describe así:
Si prestan atención, debajo de la base de la nube, se puede inferir la forma de un tornado, tal como indica Alex en su Tweet.
El dominador de tormentas
Red Timmer (@ReedTimmerAccu) se define como "meteorólogo extremo, inventor y cazador de tormentas interceptando las tormentas más poderosas del planeta. Estoy motivado a impulsar la ciencia y su educación". Es un famoso cazador de tormentas, uno de los creadores y protagonistas junto al desaparecido Tim Samaras, de la serie televisiva "Storm Chasers" (Cazadores de Tormentas) de Discovery Channel, serie que tuvo cinco temporadas.
En este Tweet, Timmer describe lo que el pudo observar de la siguiente manera:
Por la forma y el tamaño de la supercelda, la asoció a una nave nodriza, como las que aparecen en las películas de ciencia ficción. En el video, y pese a haber visto cientos de tormentas, Reed no deja de sorprenderse por la dimensión de la supercelda, y la cantidad de relámpagos iluminando el cielo. Stroud se encuentra a 112 km de Ada, ambas ciudades en el estado de Oklahoma, uno de los más castigados por tormentas severas en los Estados Unidos.
Reed tiene por frase de cabecera "Never stop chasing" (nunca dejes de perseguir, en relación a los tornados) y ha creado varios vehículos blindados al efecto.
El más renombrado es el Dominator 3, un móvil construido sobre la plataforma de un Ford Super Duty F-350, con el que puede meterse dentro de un tornado EF4 y soportar vientos de entre 260 y 320 km/h. Su diseño aerodinámico, similar al de una nave espacial futurista, sumado a suspensiones hidráulicas y soportes pensados para que los fuertes vientos no lo levanten del piso, le permiten salir indemne de uno de los más extremos eventos meteorológicos que el hombre puede enfrentar.
Y no sólo por diversión... también en beneficio de la ciencia.