La temperatura del mar en la costa mediterránea cae en picado, ¿cómo es posible si es donde hace más calor en España?
Frente a las altas temperaturas que se están registrando en la costa mediterránea debido a la persistencia de los ponientes, en el mar la situación es radicalmente diferente. Te explicamos qué está pasando.
En estas últimas semanas la sucesión de borrascas con sus frentes asociados ha dejado precipitaciones abundantes y casi generalizadas en España, e incluso en puntos del Sistema Central, Pirineo oscense y del oeste de Galicia los acumulados en este lapso de tiempo superan los 800 l/m², con ríos desbordados y con varios embalses que han tenido que abrir las compuertas.
La otra cara de la moneda la encontramos en la costa mediterránea. Como explicamos recientemente en Meteored, con circulación de poniente los sistemas frontales llegan muy desgastados a estas regiones tras ir tropezando en los potentes relieves peninsulares.
Además, se produce un efecto foehn muy marcado con vientos del oeste, que se resecan y calientan tras descender de la Meseta y de las cordilleras.
Calor en la costa mediterránea y temperaturas marinas que se desploman
Por este motivo en estas jornadas las temperaturas siguen siendo suaves por allí, sobre todo al mediodía, a pesar de entradas de aire más fresco como la que nos está afectando en la primera parte de la presente semana. Por ejemplo, en las siguientes jornadas no se quedarán lejos de los 30 ºC en algunos puntos del litoral mediterráneo. En cambio, en el mar ha pasado algo muy curioso.
Frente a los valores casi estivales en el ecuador del otoño en áreas costeras, la temperatura del Mediterráneo ha seguido una evolución totalmente diferente, desplomándose súbitamente en las últimas semanas. Recordemos que durante el puente del Pilar todavía se medían aún 25-26 ºC en aguas del archipiélago balear y en las playas del este peninsular.
De acuerdo con los últimos datos de las boyas de Puertos.es y de las estimaciones de los satélites, actualmente la temperatura del mar oscila entre los 15-17 ºC en Cataluña, Comunitat Valenciana, Región de Murcia y en el este de Andalucía. Una situación bastante diferente a la de Baleares, donde las boyas siguen dando registros de más de 20 ºC.
Aunque podamos pensar que esto es normal al acercarnos al invierno, en varios sectores la temperatura del mar ha experimentado una caída muy brusca, en torno a 9-10 ºC en algunos lugares. Y aquí es donde entran en escena los vientos terrales (en este caso de poniente), que han soplado con fuerza y persistencia en estas últimas semanas.
El proceso que explica este fenómeno
Cuando el viento sopla de tierra a mar, desplaza el agua cálida y superficial mar adentro, algo que podemos observar en las playas mediterráneas en días de poniente. Después, emerge hacia la superficie agua muy fría procedente de las profundidades. Si los oestes se mantienen durante semanas, como es el caso, se van sucediendo los ascensos de estas aguas gélidas, por lo que el mar no puede ganar temperatura.
De hecho, los datos más recientes muestran que entre el cap de Creus y Málaga la temperatura superficial marina se sitúa entre 3 y 4 ºC por debajo de la media de estas fechas, toda una novedad teniendo en cuenta que en los últimos años hemos estado hablando de un Mediterráneo prácticamente tropicalizado. Eso sí, estos episodios son más bien puntuales, y al cortarse el flujo de poniente la situación tenderá a normalizarse.
Situaciones puntuales que no acaban con el preocupante calentamiento de los últimos años
Resulta reseñable que tras sucesivos temporales y borrascas la temperatura del Cantábrico también ha vuelto finalmente a la normalidad. A lo largo del 2023 se han producido afloramientos de aguas frías en otras zonas del país, por ejemplo en Málaga o en Galicia.
A pesar de estos eventos, que como ya hemos explicado son de corta duración, no podemos negar el preocupante calentamiento que se está observando en los últimos años en nuestro mares, y que este año está siendo particularmente intenso, siendo una señal del actual cambio climático al que se le han unido otros factores que ya hemos comentado en Meteored en varias ocasiones.