La temperatura media global bate un nuevo y preocupante récord mientras El Niño calienta motores
La temperatura media global a dos metros sobre la superficie vuelve a batir un nuevo récord mientras El Niño se intensifica y amenaza con traer nuevos episodios de calor extremo a diversas partes del mundo.
Estos días asistimos nuevamente a un evento climático extraordinario a nivel mundial. La temperatura media de la superficie terrestre alcanzó los 16,85 ºC el pasado domingo 2 de julio. El martes 4 de julio tocó techo al registrarse un valor promedio de 17,18 ºC. Este último dato supone un nuevo récord mundial batido por segundo día consecutivo, superando los 16,92ºC registrados el 13 de agosto de 2016.
Ello se debe a las anomalías de temperatura registradas en amplias zonas continentales y oceánicas. En el caso del Atlántico sur, cerca de la Antártida, las anomalías en superficie superan los 18 ºC en un área de miles de kilómetros cuadrados.
El Niño ya está con nosotros, ¿hasta cuándo?
La Organización Meteorológica Mundial confirmó en un informe que El Niño ya se ha establecido en el Pacífico tropical por primera vez en los últimos siete años. La probabilidad de que se mantenga en los próximos meses es del 90%, y probablemente se extenderá hasta finales de año con intensidad moderada.
El Niño implica un forzamiento cálido más en un sistema climático ya de por sí muy cálido por lo que es probable que en los próximos meses asistamos a récords de calor en diversas partes del mundo. El fenómeno de El Niño es un patrón climático normal y cíclico que tiene una duración media de 9 a 12 meses por lo que es probable que sus efectos se sigan notando o se intensifiquen durante el 2024.
Fiebre atlántica
Las temperaturas superficiales del agua del mar en el Atlántico norte han estado batiendo récords diarios desde marzo. El mes de mayo fue el más cálido jamás registrado en el Atlántico Norte desde 1850 con una desviación respecto de la media de poco más de 1,25 ºC.
Esto se debe a una compleja combinación de factores naturales y humanos. Por un lado, se debe al calentamiento global y por otro debido al establecimiento de El Niño y cambios en el régimen de alisios. En condiciones normales, los vientos suelen transportar polvo del Sahara que bloquea y refleja una parte de la radiación incidente sobre el océano. La reducción de las intrusiones de polvo en la zona podría estar detrás de este súbito calentamiento.
¿Podrían estas aguas tan cálidas ser indicio de una temporada de ciclones más intensa?
Por un lado, aguas más cálidas implican ciclones más intensos debido a la liberación de calor latente que se produce en la condensación de nubes de tormenta que conforman estos sistemas de bajas presiones. Aun así, El Niño frena la actividad ciclónica por el aumento de cizalladura que desorganiza los ciclones incipientes. Por tanto, tenemos un factor favorable y otro que no lo es tanto.
El sistema climático terrestre es un engranaje conformado por muchas piezas a una escala espacial enorme. Los récords que observamos últimamente son el resultado de reacciones en cadena donde intervienen múltiples factores. El calentamiento global antropogénico no es el único responsable sino más bien su combinación con otros fenómenos naturales como El Niño o los cambios en el régimen de alisios.