El mundo se está quedando sin cobre, ¿por qué es el peor momento para que esto ocurra?
Las reservas mundiales de cobre son muy bajas y la capacidad de producción se vió sensiblemente mermada estos últimos años por falta de inversión del sector. La Argentina tiene una gran oportunidad.
Por estos días el precio del cobre es noticia a nivel global, ya que se ubica en torno a los 10.000 dólares la tonelada en la Bolsa de Metales de Londres, muy por encima de los valores históricos. Esto obedece a que en el sector minero todos los pronósticos apuntan a que la demanda en los próximos años tendrá un fuerte crecimiento y la producción del metal no va a ser suficiente para cubrir el aumento del consumo.
Se necesitarán grandes cantidades del metal industrial para la producción de coches eléctricos y para las redes de transporte de energía hacia las terminales de carga eléctricas. Otro de los factores esta vinculado a la construcción de nuevos centros de datos por parte de las empresas tecnológicas, donde las infraestructuras serán determinantes para contribuir al desarrollo digital y al mismo tiempo continuar los avances en material de inteligencia artificial.
Hasta ahora, China abastecía el mercado global y tenía la capacidad de cubrir el déficit de produccion que se generó en otras partes del mundo gracias al stock que tiene almacenado. Según informes privados, sólo en la última década, las mineras chinas incrementaron su producción en un 40 %, pero las necesidades son tan enormes que los analistas del sector descartan que el gigante asiático vaya a tener capacidad suficiente para dar respuesta.
El precio del cobre a nivel mundial
En el mercado bursatil, los futuros del cobre aumentaron 115 % desde los mínimos que se tocaron en 2020, en plena pandemia de coronavirus. Esto se debe a la casi nula reacción que tuvieron las empresas en buscar nuevos yacimientos: menos oferta del producto implica aumento de precios.
La inflación mundial incrementó los costos de los equipos necesarios para la extracción ya que para hacerlo se necesitan metales y eso genera un circulo vicioso que contribuye a incrementar los precios. En realidad, proyectos en términos geológicos hay, pero el problema es la falta de inversión que no se realiza en el sector desde hace años.
Los analistas tasan en 150.000 millones de dólares el dinero que tendría que invertir la industria en los próximos años para poder atender la nueva demanda. La cifra parece inalcanzable, más aún teniendo den cuenta que -según publica S&P Global- el sector llegó a los 3.000 millones de euros en 2023 destinados a la exploración de nuevos yacimientos, siendo la cifra más alta en la última década.
Lo que se invierte esta muy lejos de lo que se necesita y eso es realmente un problema. Po eso todo apunta a que la producción global no va a ser suficiente para cubrir el incremento de la demanda de los próximos años.
Qué debe ocurrir para que las empresas inviertan
El grupo de inversores BlackRock ofreció recientemente un dato significativo: según sus estimaciones, el precio del cobre debería llegar hasta los 12.000 dólares la tonelada, más del 20 % por encima de los precios actuales, para que se empiece a incentivar a la industria a llevar a cabo grandes inversiones en nuevas minas. Si estos cálculos son correctos, parece inevitable que el precio de la tonelada de cobre continúe al alza y de ser así, sería el precio más alto que se haya visto en la historia, aún por encima de los 10.674 dólares que se registraron en 2022.
La oportunidad para la Argentina
Nuestro país comenzó a producir cobre a gran escala en 1997 con la mina Bajo la Alumbrera, en la provincia de Catamarca y dejó de hacerlo en 2018. Fueron 21 años de explotación en lo que se produjeron ingresos fiscales por US$ 5037 millones y exportaciones por US$ 17.300 millones.
En la actualidad hay ocho proyectos de gran escala ubicados en cuatro provincias que están en etapa de exploración avanzada. En la provincia de San Juan, la que más proyectos tiene, están Los Azules, El Pachón, Josemaría, El Altar y Filo del Sol; en Salta se encuentra Taca Taca; en Catamarca está MARA (Mina Agua Rica - Alumbrera); y en Mendoza el proyecto San Jorge. Las estimaciones de recursos de cada uno convierten a la Argentina en uno de los principales países del mundo con potencialidad en la producción de cobre.
La etapa de construcción de estos proyectos demandará una inversión de más de US$ 22.000 millones y podría generarle al país ventas por U$S 9.000 a 11.000 millones anuales (con un saldo comercial positivo de U$S 7.000 millones). Se calcula que se podrían extraer 1,2 millones de toneladas gracias a una reserva local de 63,1 millones de toneladas de cobre.