ONU advierte sobre una “epidemia de calor extremo”, tras registrarse los tres días más cálidos en la historia reciente
Esta semana se registraron los tres días más cálidos en los registros. Y los últimos 13 meses han sido los más cálidos de la historia reciente. Urge actuar sobre este peligro.
El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lanzó este jueves 25, una nueva iniciativa en respuesta al rápido aumento de la escala, intensidad, frecuencia y duración del calor extremo, en la que convocó a diez organismos especializados a trabajar para abordar el calor extremo.
António Guterres, pidió un esfuerzo urgente y concertado para mejorar la cooperación internacional para abordar el calor extremo, precisamente en la semana en la que se registraron los tres días más cálidos registrados en la Tierra en la historia reciente, según uno de los conjuntos de datos que utiliza la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para monitorear el clima global.
“Miles de millones de personas se enfrentan a una epidemia de calor extremo, que se marchita bajo olas de calor cada vez más mortales, con temperaturas que superan los 50 grados Celsius en todo el mundo”, dijo en una conferencia en Nueva York el secretario general.
Calor sin igual
El domingo 21 se alcanzó el récord de temperatura media global diaria, con 17.09°C. Sin embargo, al día siguiente la temperatura media global diaria superó el récord, al alcanzar el valor de 17.16 °C. El 23 de julio, el valor preliminar ha sido de 17.15 °C, apenas una centésima por debajo del récord. Todos estos datos corresponden al conjunto de datos ERA5, que se remonta a 1940, y son suministrados por el Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea. Los tres días fueron más cálidos que el récord anterior de 17.08 °C, alcanzado hace apenas un año, el 6 de julio de 2023.
El calor agobiante parece no detenerse. Y pese a que ya no está actuando el patrón cíclico climático de El Niño, que hace aumentar temperaturas en todo el planeta, el termómetro sigue en ascenso. Miles de millones de personas en todo el mundo están sufriendo los efectos de olas de calor cada vez más severas, frecuentes, extensas en duración y área de afectación, impulsadas por el calentamiento global antropogénico que deriva en esta crisis climática.
Es de destacar que más del 70 por ciento de la fuerza laboral mundial, unos 2.400 millones de personas, corre ahora un alto riesgo de sufrir calor extremo. De hecho, un reciente informe de la NASA advirtió que hacia 2070, como consecuencia de la crisis climática habrá áreas del planeta que se tornarán inhabitables como consecuencia de las altas temperaturas.
Regiones como el sur de Asia, el Golfo Pérsico y el Mar Rojo, partes de China, el sudeste asiático y el centro y nordeste de Brasil, podrían enfrentar condiciones que serán muy difíciles de soportar para los seres humanos. Y las comunidades más vulnerables serán las más afectadas.
La iniciativa sobre el calor extremo
Esta novedosa iniciativa para abordar el calor extremo, se enfoca en cuatro áreas críticas:
- Cuidando a los vulnerables
- Protegiendo a los trabajadores
- Impulsar la resiliencia de las economías y sociedades utilizando datos y ciencia
- Limitar el aumento de temperatura a 1.5 °C mediante la eliminación gradual de los combustibles fósiles y el aumento de la inversión en energías renovables.
Se propone un esfuerzo concertado para mejorar la cooperación internacional, y reúne la experiencia y las perspectivas de diez organismos especializados de las Naciones Unidas: FAO (Alimentación y Agricultura), OIT (Organización Internacional del Trabajo), OCHA (Coordinación de Asuntos Humanitarios), UNDRR (Reducción del Riesgo de Desastres), PNUMA (Medio Ambiente), UNESCO (Educación, Ciencia y Cultura), ONU-Hábitat (Asentamientos Humanos), UNICEF (Infancia), OMS (Organización Mundial de la Salud) y OMM (Organización Meteorológica Mundial) en un producto conjunto, el primero de su tipo, subrayando los impactos multisectoriales del calor extremo.
El impacto del calor extremo es implacable con la salud humana. Según Guterres, se estima que mata a casi medio millón de personas al año, unas 30 veces más que los ciclones tropicales. Y esto repercute en las economías, ampliando las desigualdades y socavando los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Afortunadamente las enfermedades por calor y las muertes se pueden prevenir y muchos impactos se pueden minimizar con políticas económicas y sociales específicas y acciones concretas, incluidas campañas de concientización pública. El sistema de alerta de calor para la salud, aplicado sólo en 57 países, tiene el potencial de salvar unas 98.314 vidas al año.
“La Tierra se está volviendo más caliente y peligrosa para todos, en todas partes”, afirmó Guterres. La inacción climática no es una opción.