Preocupante: cada vez más personas viven en zonas inundables, según un estudio
Millones de personas en todo el mundo habitan en zonas peligrosas y están expuestas al riesgo de inundaciones.
La urbanización sobre zonas inundables ha crecido dramáticamente en los últimos 30 años. Así lo advierte un estudio publicado recientemente en Nature, que fue encabezado por el economista Jun Rentschler, del Banco Mundial.
La investigación se basó en el análisis de imágenes satelitales entre 1985 y 2015 -que dan cuenta de la expansión de las áreas urbanas-, combinados con mapas y datos de zonas conocidas donde se producen desbordes e inundaciones.
“Desde 1985, los asentamientos humanos en todo el mundo, desde aldeas hasta mega ciudades, se han expandido continua y rápidamente hasta llegar a las actuales zonas inundables”, sostiene el trabajo. El avance sobre estas zonas es mucho mayor que el que se da sobre las zonas seguras.
A diferencia de estudios anteriores, que se enfocaron en regiones o eventos puntuales, este análisis evaluó el avance de la urbanización en todo el mundo sobre zonas que se inundan a causa de lluvias intensas y crecidas de ríos.
Esta tendencia encuentra su máxima expresión en el Pacífico y Asia Oriental, y en particular en China, donde la urbanización de alto riesgo se ha expandido un 60% más rápido que en las zonas seguras.
“Los asentamientos humanos alcanzan los 76.400 kilómetros cuadrados en zonas donde las inundaciones pueden alcanzar los 50 centímetros”, advirtió el autor del estudio a la agencia AFP.
Más exposición, mayor riesgo
Una amenaza natural puede ocasionar un desastre si sucede sobre poblaciones expuestas, vulnerables y no preparadas. Por lo que la urbanización en zonas inundables aumenta considerablemente el riesgo para millones de seres humanos.
Sin embargo, según indica el estudio, las nuevas áreas de desarrollo urbano están teniendo lugar de forma desproporcionada en zonas que antes se evitaban, como los lechos de los ríos o las llanuras aluviales.
El estudio se basa en zonas conocidas, es decir que no incorpora los aumentos potenciales en los riesgos de inundaciones asociados al cambio climático, como la deforestación o cambios en características como los cauces de los ríos.
Rentschler dijo que había poca evidencia de que las zonas inundables se estuvieran expandiendo a un ritmo similar al de los asentamientos humanos en áreas de riesgo conocidas, lo que indica que los patrones de asentamiento siguen siendo el factor clave que deben abordar las autoridades.
"Aquí es donde hay que empezar: antes de reducir los riesgos, los países deben dejar de aumentarlos", afirmó.