¿Qué son las ‘tierras raras’ y por qué son tan importantes a nivel mundial? Un geógrafo de Portugal lo aclara
En los últimos días se ha hablado mucho de las tierras raras. Pero, ¿qué son y por qué son tan buscadas? En esta noticia intentaremos darte estas y otras respuestas sobre estos minerales.

Últimamente se habla mucho de las tierras raras, sobre todo por la insistencia del presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald J. Trump, en forzar un acuerdo que dé garantías al gigante norteamericano para explotarlas en territorio ucraniano, a cambio de apoyo militar a Kiev.
O porque China parece querer restringir de nuevo la exportación de algunos de estos minerales "críticos", en el marco de la guerra comercial con EEUU, que aún promete dar mucho que hablar.
Al fin y al cabo, no se trata realmente de «tierras», sino de un grupo muy diverso de elementos químicos, más concretamente diecisiete metales con propiedades magnéticas y electroquímicas tan fantásticas que producen más energía con menos contaminación.
Hablamos del escandio, el itrio y los quince elementos del grupo de los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio). El escandio y el itrio se incluyen entre las tierras raras porque a menudo aparecen mezclados con los lantánidos en los mismos yacimientos.
Las "tierras raras" no son tierras, sino elementos químicos, ni son raras, sólo que es raro encontrarlas en estado puro. EEUU quiere explotar las tierras raras que tiene Ucrania, que también posee yacimientos de otros minerales estratégicos. pic.twitter.com/tvH9fDnghp
— AntonioGuiraoPiñera (@Ant_Guirao) March 4, 2025
En realidad, estas «tierras» tampoco son tan raras. El cerio, por ejemplo, es más común en la corteza terrestre que el cobre, mientras que el neodimio, el segundo más común, es aproximadamente dos veces más abundante que el tan cacareado litio.
Entonces, ¿por qué tienen ese nombre?
El nombre de "tierras" se debe a que, en la historia de la química, se denominaban así los óxidos, rocas que podían disolverse en agua. Por otro lado, se cree que el término "raras" está relacionado con el hecho de que un minero de Suecia encontrara en 1788 una peculiar roca negra, calificativo que se sigue utilizando hoy en día, a pesar de que algunas de ellas son relativamente abundantes en la corteza terrestre.
A pesar de su abundancia relativamente elevada, los minerales de tierras raras son más difíciles de explotar que los minerales metálicos como el cobre, el plomo, el zinc y muchos otros. Esta dificultad hace que los metales de tierras raras sean relativamente caros, por lo que su uso industrial fue limitado hasta que se desarrollaron técnicas de separación de alto rendimiento a mediados del siglo XX.

Estas materias primas tienen aplicaciones en una gran variedad de tecnologías modernas de vanguardia, más allá del evidente interés económico. Con ellas se pueden fabricar diversos objetos, como pantallas de teléfonos móviles, discos duros, lentes de telescopio o incluso bates de béisbol.
Las pantallas de ordenador y televisión, por ejemplo, se componen de materiales luminiscentes que contienen diversas tierras raras (como el itrio, el europio y el terbio), que generan los colores que vemos.
A pesar de ser elementos químicos muy útiles para la humanidad, la extracción de estas materias primas es bastante compleja y perjudicial para el medio ambiente y las poblaciones que viven cerca.
La acidificación del suelo y de los cursos de agua, la eutrofización y la contaminación del aire con partículas y gases tóxicos liberados durante el procesamiento extractivo son algunos de los problemas relacionados con la explotación de estos minerales. La liberación de elementos radiactivos es el mayor problema de todos.
¿Dónde están las mayores reservas?
Se calcula que gran parte de las tierras raras se encuentran en Asia, especialmente en China, que posee unos 44 millones de toneladas. Además de China, países como Vietnam y Brasil (con 22 millones de toneladas), Rusia (12 millones de toneladas) e India (casi siete millones de toneladas) también tienen reservas de estos metales en sus territorios.

Además de su importancia ya documentada aquí, las tierras raras son fundamentales para la transición energética, así como para las telecomunicaciones, la defensa, la industria aeroespacial y la medicina. Muchas de las tecnologías de diagnóstico y tratamiento más extendidas en la actualidad (como la resonancia magnética, los rayos X y las terapias contra el cáncer) utilizan estos minerales.
Pero el comercio mundial de minerales se enfrenta actualmente a un escenario de gran incertidumbre, con hasta un 30% de las transacciones en riesgo de interrumpirse en la próxima década, consecuencia directa del nuevo rediseño geopolítico y de las acuciantes tensiones comerciales internacionales.
Últimamente, estamos oyendo hablar mucho de las tierras raras, pero, ¿qué son?, ¿son tan raras en realidad?
— IGEO (CSIC-UCM) (@IGeociencias) April 7, 2025
¡Hoy os traemos un #IGEOquiz sobre estos elementos, que no son tierras, ni tampoco tan raros abrimos hilo! pic.twitter.com/RPV3U0erzg
Al mismo tiempo, se cree que la demanda de estos minerales podría multiplicarse por diez de aquí a 2035, alcanzando los 750.000 millones de dólares. La presión sobre los recursos, como hemos visto, se ve agravada por las restricciones comerciales, las políticas proteccionistas y la concentración de la transformación en unos pocos países, sobre todo China, responsable de cerca del 60% de la capacidad mundial.