Quedan dos años para salvar de la extinción a la rana gigante
Las ranas pollo de montaña estuvieron antaño muy extendidas por las islas del Caribe, pero en sólo 20 años se han visto al borde de la extinción.
Los conservacionistas se encuentran en una carrera contrarreloj para salvar de la extinción en estado salvaje a una de las ranas más grandes del mundo.
La rana pollo de montaña era común en siete islas del Caribe, incluidas Montserrat y Dominica.
Con casi 1 kg de peso, es la especie de rana autóctona más grande del Caribe. Su color marrón rojizo y beige le permite camuflarse eficazmente entre la vegetación del suelo del bosque, mientras que sus grandes patas en forma de baqueta le permiten saltar tan alto como para dejar atrás a un ser humano adulto de pie.
Sin embargo, en sólo dos décadas, su número se ha desplomado a sólo 21 ejemplares vivos en estado salvaje, según el estudio más reciente. Otros dos fueron hallados muertos en las carreteras, atropellados por el tránsito.
Ranas pollo de montaña, al borde del abismo
Una combinación de enfermedades infecciosas, pérdida de hábitat, especies invasoras, cambio climático y contaminación han llevado a la rana al borde de la extinción, señalaron.
Un hongo microscópico mortal conocido como quitridiomicosis de los anfibios llegó a Dominica en 2002 y provocó la caída en picada de la población en más de un 99%. Esta enfermedad ha causado drásticas disminuciones en unas 500 especies de ranas de todo el mundo y ha provocado más de 90 extinciones en sólo 50 años.
Pero el reciente estudio también reveló que los gatos, los perros y las ratas; la pérdida de hábitat debido a la expansión de la agricultura, las canteras y la construcción; y las muertes debidas a los vehículos también han pasado factura. En 2017, el huracán María azotó la isla de Monserrat, reduciendo aún más su número.
El cambio climático también es un factor en el declive de la rana terrestre: "Por desgracia, las ranas están cada vez más cerca de las carreteras transitadas en busca de agua, ya que nuestros ríos están muy secos debido al cambio climático", explica la ecologista Jeanelle Brisbane, del Programa de Recuperación de la Rana de Montaña.
Rana cultural
La rana tiene un gran significado cultural: antaño era tan numerosa que se comía como plato nacional, y su imagen figura en el escudo dominicano.
Brisbane recuerda que las llamadas de los machos resonaban por la noche en los bosques tropicales. "Queremos devolver este sonido a nuestra isla, para nuestra gente. Es devastador que las generaciones futuras no puedan oír nunca este paisaje sonoro icónico que define nuestra isla".
Científicos, conservacionistas y los gobiernos de Monserrat y Dominica llevan estudiando la rana desde 2002.
Según el profesor Andrew Cunningham, catedrático de epidemiología de la fauna salvaje del Instituto de Zoología de la Sociedad Zoológica de Londres y jefe del equipo internacional que identificó la quitridiomicosis como amenaza mundial para los anfibios, estos animales podrían extinguirse en estado salvaje en sólo dos años.
Sin embargo, añadió que, a pesar de los retos a los que se enfrenta la especie, aún hay esperanza. Los expertos identificaron una rana que había sido marcada como adulta en un estudio anterior de hace ocho años, por lo que tenía al menos 11 años.
"Si este individuo puede persistir frente a interminables desafíos, nos da esperanzas para el futuro de la especie en general, y necesitamos que quienes tienen el poder de reescribir esta historia inviertan en ese futuro", afirmó.