¿Por qué en un pueblo de Estados Unidos está totalmente prohibido el wifi, el microondas y los teléfonos móviles?

Desde la década de los 50, en este pueblo de EE UU. está prohibido todo lo que genere ondas de energía. Hay una policía especial controla que nadie utilice wifi, microondas y tampoco hay teléfonos móviles.

Radiotelescopio
El enorme radiotelescopio domina el paisaje en Green Bank, Virginia Occidental. Imagen: Green Bank Observatory

Green Bank es una pequeña población en el estado de Virginia Occidental, en Estados Unidos, cerca de la frontera con Virginia. En 2020 se censaron sólo 141 habitantes. Pero Green Bank es un lugar de atracción para los amantes de la ciencia.

Y es que allí se encuentra el radiotelescopio totalmente orientable más grande del mundo, que busca en los confines del universo señales que puedan provenir de otras formas de vida, o lograr descubrimientos astronómicos. Para que el telescopio no tenga interferencias cercanas es que el área cumple con reglas muy especiales.

Las restricciones tecnológicas no solo han transformado la vida cotidiana de los residentes, sino que generan un atractivo turístico. Allí se encuentra el radiotelescopio orientable más grande del mundo.


Green Bank se encuentra dentro de la Zona Nacional de Silencio de Radio. Esto significa que las transmisiones de radio están restringidas por ley. Esta política es aplicada y hecha cumplir por un "policía de radio", que utiliza equipos especializados para detectar señales de dispositivos electrónicos no autorizados. Y ahí las cosas se ponen interesantes ya que la zona debe estar libre de todo tipo de frecuencias.

Según cuenta El Confidencial, estas restricciones tecnológicas incluyen la prohibición de microondas, wifi. Tampoco hay señal de teléfonos móviles ya que no se pueden instalar antenas en la zona. Estas limitaciones responden a una necesidad científica crucial para evitar interferencias electromagnéticas que puedan afectar al potente radiotelescopio. La Zona Nacional de Silencio Radioeléctrico (NRQZ) es un área de 33.000 kilómetros cuadrados creada en 1958 para minimizar la contaminación electromagnética.

Una vida diferente

Pero el telescopio de Green Bank no es uno más del montón. Tal como explica Popular Mechanics, ya que se han descubierto agujeros negros, púlsares, cinturones de radiación y ondas gravitacionales. En octubre de 2019, investigadores del Observatorio de la Tierra de Gran Bretaña (GBO) descubrieron allí la estrella de neutrones más masiva jamás detectada. Para que todo esto sea posible, el telescopio tiene que estar libre de radiaciones cercanas que pudieran interferir por este tipo de ondas muy sensibles.

Es lógico que la vida en Green Bank sea muy diferente a la de las ciudades a las que uno está acostumbrado. Las restricciones tecnológicas no solo han transformado la vida cotidiana de los residentes, sino que generan un atractivo turístico para quienes quieren liberarse unos días de todo tipo de radiación y lograr también desconectar.

Quienes viven allí no pueden utilizar dispositivos móviles ni conexiones inalámbricas a internet, lo que obliga a depender de teléfonos fijos y redes por cable. Además, los microondas están vetados debido a las interferencias que generan en el espectro de radiofrecuencia. El cumplimiento de estas normas está seriamente supervisado por un equipo de vigilancia que detecta posibles emisiones prohibidas.

La gente vive lejos de la hiperconectividad

La aplicación a rajatablas de estas restricciones hacen que el radiotelescopio pueda operar sin perturbaciones y continuar con su misión de explorar los confines del universo. Muchos de los residentes han adoptado un estilo de vida alejado de la hiperconectividad. Esto convierte al pueblo en un refugio de tranquilidad, sumado al entorno de montaña de los Apalaches donde está ubicado.

Green Bank DOS
El radiotelescopio de Green Bank es uno de los más grandes del mundo. Imagen: Green Bank Observatory.

Green Bank es también el lugar donde nació la investigación SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence). En 1960, Frank Drake inició aquí el Proyecto Ozma, el primer intento financiado por el gobierno estadounidense para detectar inteligencia extraterrestre. También es donde escribió su famosa ecuación sobre la posibilidad de mundos distintos al nuestro. Y el trabajo SETI continúa en Green Bank.

"Una fuente de radiofrecuencia cercana, artificial, puede eclipsar por completo estas señales espaciales tan débiles", afirma Harshal Gupta. Es decir, cualquier interferencia de radiofrecuencia (RFI) podría corromper la investigación.

En 2019 se hizo público un millón de gigabytes de datos SETI recopilados durante los últimos tres años, lo que lo convirtió en el mayor tesoro de este tipo jamás creado. Pero para lograr eso es necesario hacer concesiones. "Las señales que detectamos desde el espacio son extremadamente débiles", afirmaba Harshal Gupta, responsable del programa de la Fundación Nacional de Ciencias para el Observatorio Green Bank.