10 cosas de uso cotidiano que están hechas de petróleo y seguro no lo sabías
El uso del petróleo va mucho más allá de los plásticos y combustibles. Este recurso también se encuentra en una variedad de productos cotidianos, incluyendo alimentos, productos de belleza y medicamentos.
Hay muy pocas materias primas que son tan versátiles y necesarias para el funcionamiento de nuestra sociedad cómo el petróleo. Este hidrocarburo extraído del subsuelo, compuesto principalmente por carbono e hidrógeno, es muy conocido por proveernos de combustibles y por brindarnos agua caliente, calefacción y electricidad.
Sin embargo, el petróleo es usado en más de 6.000 productos cotidianos y se encuentra a simple vista: productos sanitarios, tintes, jabones, anteojos, zapatos, componentes electrónicos… y muchos más. Aquí hay 10 cosas que existen tal como las conocemos gracias al petróleo.
1. Dentífrico
El polietilenglicol es un derivado del petróleo que es usado en varios productos de belleza, incluído el dentífrico. Se agrega por varias razones, pero principalmente por sus propiedades aromatizantes, antibacterianas y texturales.
Además, algunos fabricantes utilizan un derivado del petróleo llamado poloxámero 407 para ayudar a que la pasta de dientes se disuelva en agua, así como sacarina sódica, un edulcorante artificial que reduce la placa.
2. Perfumes
En la industria de la moda y la belleza, los perfumes son un elemento esencial para completar nuestro look y expresar nuestra personalidad. Sin embargo, muchos de los perfumes comerciales que encontramos en el mercado están elaborados con ingredientes derivados del petróleo.
Los petrolatos son más económicos que los aceites naturales, y se utilizan en la industria cosmética para proporcionar una textura grasa de los perfumes y crear una sensación de hidratación en la piel. Algunos compuestos también se usan porque son insípidos y no interfieren con el olor del perfume ni se ponen rancios con el tiempo. Otros, porque ayudan a que la fragancia persista más tiempo.
Los ambientadores que perfuman nuestro hogar también tienen aceites derivados del petróleo para crear aromas que duran más que los naturales e imitan fragancias populares.
3. Vaselina
La vaselina, un nombre familiar en el mundo del cuidado de la piel, es más que un simple ungüento. Su versatilidad la ha convertido en un elemento esencial en muchos hogares, desde aliviar la piel seca hasta protegerla después de un tatuaje.
Un proceso meticuloso de destilación separa el petróleo crudo en sus componentes, revelando una sustancia cerosa y pesada llamada vaselina. Para convertirla en el producto que conocemos y usamos, esta vaselina cruda se somete a un proceso de refinado y purificación riguroso.
4. Crema de afeitar
El responsable de que se arme la espuma en contacto con la piel es el isopentano, un aceite derivado del petróleo crudo. Además, los productos de afeitado suelen utilizar polietilenglicol, un aceite versátil y estable que crea una barrera protectora sobre la piel para reducir la fricción y la irritación.
5. Medicamentos
En el ámbito de la salud, el uso del petróleo abunda. Prótesis, guantes de látex, tiras reactivas o la glicerina que se emplea en supositorios provienen de esta sustancia. Pero esto no es todo. También se ingiere.
Las pastillas que están recubiertas por recipiente de plástico, son posibles gracias al hidrocarburo. Este recubrimiento es lo que hace que no se peguen al ingerirlas, que los activos no se degraden y los medicamentos duren más, mientras que enmascaran los sabores poco agradables.
6. Laxantes
El paso por el baño se vuelve más sencillo con el petróleo. Los laxantes están hechos de polietilenglicol - el mismo del dentífrico-. Actúa como un osmótico, atrayendo agua hacia el colon y ablanda las heces facilitando su viaje a través de los intestinos.
Además, al ser un aceite, forma una película resbaladiza que contribuye a que las heces se deslicen más fácilmente.
7. Chocolate
El chocolate que comemos contiene cera de parafina, una sustancia que viene del petróleo, el carbón o el aceite de esquisto. El chocolate se mezcla con la cera para darle un brillo bonito cuando se endurece, y también para que aguante más calor sin derretirse, ya que tiene un punto de fusión bajo. La cera también ayuda a que el chocolate no se pegue a los moldes, facilitando que el producto final salga intacto.
8. Helado
El delicioso sabor a vainilla, limón o almendras que encontramos en muchos alimentos no siempre proviene de las fuentes naturales que imaginamos. Si bien algunos productos utilizan extractos de vainilla, limón o almendras reales, lo más común es que el sabor provenga de compuestos sintéticos derivados del petróleo.
Estos compuestos, conocidos como aromatizantes artificiales, son diseñados en laboratorios para replicar con precisión los sabores específicos que buscamos. Esto permite a los fabricantes crear perfiles de sabor consistentes en todos los lotes de producción, lo que es crucial para mantener la estandarización en productos alimenticios masivos.
Algunos ejemplos de aromatizantes artificiales comunes:
- Benzaldehído: sabor a almendra
- Vainillina: sabor a vainilla
- Etil butirato: sabor a frutilla
- Acetato de isoamilo: sabor a banana
- Maltol: sabor a caramelo
9. Pinturas
Agregar polímeros plásticos a la pintura la hace resistente al agua y más duradera. El plástico, hecho de petróleo, permite que la pintura se adhiera mejor y se agriete menos. Además, los aceites sintéticos ofrecen más colores.
Sin embargo, con el tiempo, la pintura se desprende. Un informe del Foro Económico Mundial dice que los microplásticos de pintura en superficies de acero que llegan a las vías fluviales equivalen a entre 150 y 225 mil millones de botellas de plástico.
10. Ropa
Las telas sintéticas se producen a partir de derivados del petróleo. La industria textil las prefiere por su mayor versatilidad y rango de aplicación comparado con las telas naturales, gracias a su resistencia y durabilidad. Un ejemplo claro es el poliéster y el nylon, que se encuentran en casi todos nuestros outfits hoy en día.