Algunas de las estrellas más antiguas del universo se han encontrado en la Vía Láctea
Un trío de estrellas de una de las generaciones más antiguas ha sido engullido por la Vía Láctea
La búsqueda de estrellas de la primera generación de estrellas del universo es importante para comprender cómo se produjo la evolución de estructuras como las galaxias. Cuando pensamos en estas estrellas antiguas, la primera imagen que tenemos es la de estrellas ubicadas en galaxias muy lejanas a nosotros. Principalmente porque la Vía Láctea no se considera una galaxia muy antigua.
Nuestra Galaxia es considerada una galaxia intermedia donde no tiene una población de estrellas muy viejas pero tampoco tiene una población de estrellas muy jóvenes. El Sol es un ejemplo de estrella que, a pesar de ser de la última generación de estrellas, no es muy nueva. a mayoría de las estrellas de la Vía Láctea se encuentran en la secuencia principal y hay algunas estrellas que se están formando principalmente en los brazos espirales.
Un grupo de investigadores del MIT ha encontrado un trío de estrellas que tienen una edad similar a la de cuando se formaban las galaxias. En un artículo publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS), los investigadores describen cómo encontraron el trío de estrellas y midieron su edad. La idea es que estas estrellas fueron engullidas por la Vía Láctea.
Población de estrellas
Las estrellas pueden separarse en tipos de población. Generalmente, la clasificación se basa en la composición química que se encuentra en la estrella; cuantos más metales tenga una estrella significa que pertenece a una población más joven. La población más antigua se denomina estrellas de población III, que contiene estrellas con una composición de sólo hidrógeno y helio.
Las otras dos poblaciones son más recientes y se denominan Población I y Población II. La población I es el grupo de estrellas más joven y es extremadamente rica en metales, un ejemplo de este grupo es el propio Sol. La población II son estrellas más viejas que son pobres en metales y posiblemente se formaron cuando la propia galaxia era más joven.
Halo galáctico
La Vía Láctea tiene componentes como el disco, el bulbo y el halo galáctico. El disco tiene una mayor formación estelar en comparación con los demás y tiene estrellas más jóvenes. En el halo galáctico, que es una estructura que engloba el bulbo y el disco, se pueden encontrar estrellas más antiguas. Estas estrellas están ubicadas en cúmulos globulares, que son un grupo de estrellas conectadas gravitacionalmente.
Los cúmulos son algunos de los componentes más antiguos de la galaxia y proporcionan información sobre la formación y evolución de la galaxia. La propia edad galáctica se puede inferir mediante observaciones del halo. Además, comprender la dinámica que tienen los cúmulos en el halo da pistas sobre posibles interacciones con otras galaxias durante la evolución de la Vía Láctea.
Trío de estrellas antiguas
Utilizando datos del telescopio de Magallanes ubicado en Chile, un grupo de investigadores encontró tres estrellas que llamaron la atención. El interés del grupo era buscar estrellas antiguas que se formaron poco después del Big Bang. Al observar estas estrellas, el grupo encontró que tenían un valor de metalicidad muy bajo, ubicándolas en la Población II.
Las estrellas fueron denominadas estrellas del Sistema Estelar Pequeño Acretado (SASS) y las mediciones se compararon con las del Sol. Estas estrellas tienen sólo 1/10.000 de cantidad de hierro en relación con el helio. La estimación es que estas estrellas tienen algo más de 13,8 millones de años y sería un valor similar al que se espera de las primeras galaxias en formarse.
Engullidas por la Vía Láctea
Lo más curioso de estas estrellas es que al analizar su órbita, se están moviendo en dirección opuesta al resto de estrellas de la Vía Láctea. Esto podría indicar que pertenecían a otra galaxia que fue engullida por la Vía Láctea en el pasado. El grupo estima que pertenecían a una galaxia satélite enana de nuestra Galaxia que estuvo agrupada en algún momento.
Son una pieza del rompecabezas para comprender cómo evolucionó nuestra propia Galaxia y cómo se formaron las estrellas. Destacan porque son estrellas muy antiguas pero aún están cerca de nosotros, lo que las convierte en un objetivo perfecto para su estudio. Debido a su proximidad, es posible obtener más información sobre ellas utilizando datos de telescopios como Gaia.