Cada vez más luces misteriosas iluminan la gélida noche ártica, y no se trata de la aurora boreal

Los científicos están monitoreando de cerca las latitudes extremas del norte después del anochecer para rastrear estos cambios. Por la noche, grandes extensiones de tierra y mar quedan sumidas en la oscuridad, lo que hace más fácil detectar la actividad humana desde el espacio.

Luces en la noche ártica
Entre 1992 y 2013, el Ártico se volvió más brillante un 5% cada año, y las actividades industriales representaron la mayor parte de la luz artificial.

En la región del Ártico se ha producido en los últimos años un aumento significativo de la actividad humana, vinculada a actividades antropogénicas, como el aumento de la extracción de petróleo y gas, lo que ha provocado un aumento significativo de la luz nocturna, como lo demuestran las observaciones satelitales.

Entre 1992 y 2013, el Ártico se volvió más brillante un 5% cada año, y las actividades industriales representaron la mayor parte de la luz artificial.

Aumento de la luminosidad en el océano Ártico

Los científicos están monitoreando de cerca las latitudes extremas del norte después del anochecer para rastrear estos cambios. Por la noche, grandes extensiones de tierra y mar quedan sumidas en la oscuridad, lo que hace más fácil detectar la actividad humana desde el espacio.

Los satélites captan la luz emitida por edificios, carreteras y sitios industriales, revelando patrones de asentamiento y desarrollo humano en todo el Ártico.

Un equipo internacional de investigadores utilizó datos satelitales nocturnos para descubrir que entre 1992 y 2013, el Ártico se volvió más brillante un 5 por ciento por año, y alrededor de 605.000 kilómetros cuadrados pasaron de oscuros a la iluminación.

Curiosamente, sólo el 15% de las zonas iluminadas del Ártico durante el estudio contenían asentamientos humanos, mientras que la mayor parte de la luz artificial se debía a actividades industriales, como la extracción de petróleo y gas y la minería.

aurora boreal
En particular, el Ártico ruso experimentó los mayores aumentos en el área iluminada durante el período de estudio, especialmente los nenets de Khanty-Mansi y Yamal.

Las regiones de extracción de petróleo y gas en el norte de Rusia, el estado estadounidense de Alaska y el Ártico europeo fueron las principales fuentes de luz artificial, mientras que el Ártico canadiense permaneció en gran parte a oscuras.

En particular, el Ártico ruso experimentó los mayores aumentos en el área iluminada durante el período de estudio, destacándose Khanty-Mansi y Yamal Nenets.

La expansión de la contaminación lumínica

En la región rusa de Khanty-Mansi, donde se encuentra el yacimiento petrolífero de Samotlor, se produjo una importante expansión de las luces nocturnas, aunque también se registraron descensos en algunas zonas. Las industrias extractivas siguen ciclos de auge y caída.

El equipo de investigación también identificó minas utilizadas para extraer otros minerales, como la mina Red Dog en Alaska, que fue una fuente importante de zinc en el mundo en 2018. Estos datos se obtuvieron utilizando observaciones satelitales nocturnas del Programa de Satélites Meteorológicos de Defensa de los Estados Unidos.

El equipo Black Marble de la NASA, dirigido por Wang, produce imágenes y composiciones de luces nocturnas en todo el planeta utilizando datos de alta resolución de los satélites NASA-NOAA Suomi-NPP, NOAA-20 y NOAA-21.

Estos análisis pueden proporcionar información crucial para la gestión responsable de los recursos y la protección de los ecosistemas vitales del Ártico, contribuyendo así a la estabilidad local y global. El aumento de la actividad humana en la región del Ártico corre el riesgo de tener graves consecuencias sobre los hábitats e interferir en la fauna local.