Descubrimiento innovador: ¿Son las neuronas del cerebro las culpables de la obesidad?
¿Puede nuestra memoria hacernos comer más azúcar y grasas de lo que deberíamos consumir en realidad? Investigadores han descubierto neuronas en el hipocampo que almacenan específicamente recuerdos de azúcar y grasa.
Los últimos hallazgos científicos están causando revuelo: en un estudio publicado en la revista Nature Metabolism, los investigadores han descubierto neuronas en el hipocampo que almacenan específicamente recuerdos de azúcar y grasa.
Estas huellas de memoria influyen en nuestra conducta alimentaria mucho más de lo que se creía. Los investigadores hablan de una “trampa de memoria” que nos dificulta resistirnos a los alimentos tentadores. Guillaume de Lartigue, líder del estudio, explica que estas neuronas no sólo almacenan recuerdos, sino que también controlan nuestras preferencias e incluso la cantidad que comemos.
Estas neuronas, que responden específicamente al azúcar o a la grasa, pueden moldear nuestras preferencias de tal manera que nos lleven a comer en exceso. Pero lo fascinante es que cuando estas neuronas se desactivan, los ratones dejan de consumir azúcar en exceso, incluso cuando tienen acceso a dietas altas en calorías. Esto abre posibilidades completamente nuevas sobre cómo podríamos lidiar con los antojos y el aumento de peso en el futuro.
Recuerdos de chocolate y compañía: por qué no nos dejan ir
Siempre podemos recordar comidas especialmente deliciosas. Ya sea el olor de una pizza recién horneada o la imagen de un postre de chocolate en las redes sociales, estos estímulos evocan recuerdos profundamente almacenados. Según los investigadores, estos recuerdos se almacenan en una zona especial del cerebro: el hipocampo. Allí, las neuronas recién descubiertas actúan como un diario de experiencias relacionadas con la comida.
Lo emocionante es que estos recuerdos no son sólo emocionales, sino también específicos. Hay neuronas que almacenan específicamente recuerdos de azúcar y otras que están especializadas en grasa. Funcionan independientemente unos de otros, lo que sugiere que estos sistemas evolucionaron para ayudarnos a distinguir entre diferentes fuentes de nutrientes. Sin embargo, en el mundo actual, donde muchos alimentos contienen tanto azúcar como grasa, esta adaptación evolutiva podría ser un arma de doble filo.
¿Apagar la memoria, detener los antojos?
La desactivación de estas neuronas de memoria muestra resultados sorprendentes: en experimentos con ratones, no sólo se redujo drásticamente el consumo de azúcar, sino que también se evitó el aumento de peso. Incluso con una dieta extremadamente azucarada, los animales permanecieron delgados. Por otra parte, la reactivación de las neuronas provocó que los animales volvieran a comer más, independientemente de si realmente tenían hambre.
Este mecanismo podría constituir la base de enfoques de tratamiento innovadores para combatir la obesidad y la sobrealimentación. “Si pudiéramos influir específicamente en estos circuitos de la memoria, podríamos reducir los antojos de alimentos poco saludables”, afirma el Dr. de Lartigue. La idea de detener los antojos con solo presionar un botón parece ciencia ficción, pero la ciencia ha dado un gran paso hacia esta idea.
De la evolución al problema de la nutrición
¿Por qué nuestro cerebro desarrolló en primer lugar estos sistemas de memoria? Según los investigadores, estos mecanismos son una reliquia de tiempos en que la comida era escasa. En aquel entonces, recordar dónde encontrar alimentos ricos en nutrientes era esencial para sobrevivir. Sin embargo, en un mundo moderno donde los alimentos están fácilmente disponibles, estos mecanismos podrían contribuir a la sobrealimentación y la obesidad.
Las investigaciones muestran lo crucial que es comprender mejor el papel de la memoria en los hábitos alimentarios y los procesos metabólicos. Al descifrar estos mecanismos, no sólo podríamos revolucionar el tratamiento de la obesidad, sino también encontrar nuevas formas de cambiar nuestro comportamiento a largo plazo.
Esperanza para el futuro: cómo podemos vencer la obesidad
Los resultados del estudio son más que un simple descubrimiento científico: son un rayo de esperanza para millones de personas que luchan con su peso. Si logramos intervenir específicamente en estos sistemas de memoria, no sólo podríamos prevenir los antojos, sino también romper el círculo vicioso de comer en exceso y aumentar de peso.
El equipo que dirige Guillaume de Lartigue ve en estas neuronas el potencial para terapias completamente nuevas que aborden específicamente las raíces del problema. Aunque la investigación aún está en sus inicios, una cosa está clara: nuestros recuerdos tienen mucha más influencia en nuestra salud de lo que jamás creímos posible.
Referencia de la noticia:
Separate orexigenic hippocampal ensembles shape dietary choice by enhancing contextual memory and motivation, Mingxin Yang et al., 2024