El calor afectará la producción mundial de alimentos por su impacto en los trabajadores agrícolas
Un estudio advierte que el aumento de la temperatura global pondrá en riesgo la seguridad alimentaria no sólo por el impacto en el rendimiento de los cultivos, sino por la caída de la productividad de los trabajadores.
Cualquier actividad física resulta más agobiante cuando hace mucho calor. El cuerpo humano disminuye naturalmente la velocidad de los movimientos para ralentizar la producción de calor del propio organismo (calor metabólico).
Esta respuesta fisiológica será cada vez más frecuente a medida que aumenta la temperatura global producto del cambio climático. El resultado será una reducción en la productividad de los trabajadores agrícolas.
Esta es una de las conclusiones del estudio "Reducciones globales en la capacidad de trabajo agrícola manual debido al cambio climático", una investigación encabezada por científicos de la Universidad de Loughborough, que se publicó esta semana en la revista Global Change Biology.
Ya se sabe que las temperaturas extremas afectan el ganado, los cultivos, la producción agrícola en general y, por lo tanto, la seguridad alimentaria. Pero aquí los investigadores fueron más allá y estimaron el impacto del aumento de las temperaturas en la capacidad de trabajo físico (PWC) de los trabajadores agrícolas.
El análisis estima que, para 2100, la productividad laboral podría bajar en un 40 % en algunas regiones de India y Pakistán, e incluso en un 70 % en regiones agrícolas de Asia, África occidental y el norte de América del Sur.
La PWC es “la capacidad de trabajo de un individuo en relación con un ambiente sin estrés por calor”.
“Los trabajadores agrícolas que siembran, labran y cosechan gran parte de los alimentos que necesitamos también sufrirán debido a la exposición al calor, lo que reducirá su capacidad para realizar trabajos en el campo”, dijo el profesor Gerald Nelson, líder del estudio.
“Para defenderse de la hipertermia, los trabajadores reducen la velocidad para reducir la producción de calor metabólico y el aumento asociado de la temperatura corporal”, sostiene el estudio.
Capacidad de trabajo físico bajo distintos escenarios climáticos
El estudio se basó en modelos informáticos para predecir la capacidad de trabajo físico bajo diferentes escenarios de cambio climático, en tres períodos de tiempo. Los valores diarios se calcularon a partir de cinco modelos del sistema terrestre para tres escenarios de emisiones y tres períodos de tiempo: 1991-2010 (pasado reciente), 2041-2060 (mediados de siglo) y 2081-2100 (finales de siglo).
La máxima capacidad de trabajo físico en condiciones climáticas frescas se consideró como el 100 %, y se calculó la variación de esta capacidad con los cambios de las condiciones del ambiente.
El estudio informa que “la capacidad de trabajo físico comienza a disminuir considerablemente alrededor de los 20 °C de temperatura ambiente y disminuye aún más a medida que aumentan la temperatura, la humedad y la exposición a la radiación solar”.
“Las interacciones del ambiente térmico (definido por la temperatura del aire, la radiación solar, la humedad y la velocidad del viento) con la actividad metabólica y la ropa pueden contribuir al estrés por calor y afectar la salud y la productividad de los trabajadores al aire libre”, afirma el estudio.
Adaptación e impacto económico
El estudio advierte que la temperatura en aumento ya está afectando a los trabajadores y su productividad, y afirma que “la mitad de los agricultores de tierras de cultivo del mundo trabajan por debajo del 86 % de su capacidad en las condiciones climáticas del pasado reciente, entre 1991-2010”.
Todo esto puede implicar que los agricultores necesiten más trabajadores para hacer el mismo trabajo o bien que reduzcan el tamaño de sus cultivos.
Frente a estas conclusiones, el estudio menciona algunas medidas de adaptación. Afirma que introducir el trabajo nocturno o a la sombra para reducir la radiación solar directa puede aportar a una mejora del 5 % al 10 % en la productividad de los trabajadores.
Otra alternativa es introducir maquinaria y equipos mecánicos, particularmente en el África subsahariana, donde las prácticas agrícolas aún se realizan mayormente con trabajo físico. También sugieren como alternativa el cambio a cultivos que requieran menos mano de obra, u optar por cultivos con picos de mano de obra en períodos más fríos.
"Esperamos que las adaptaciones sugeridas puedan ayudar a orientar las inversiones para apoyar a los trabajadores agrícolas y la seguridad alimentaria a medida que el cambio climático hace que el entorno de trabajo al aire libre sea cada vez más inhóspito", dijo el profesor Havenith de la Universidad de Loughborough.
Referencia de la noticia:
Gerald Nelson, et al. Reducciones globales en la capacidad de trabajo agrícola manual debido al cambio climático (2024) Global Change Biology.