El Mediterráneo también tiene sus arrecifes de coral: el ejemplo del "falso coral negro"
Incluso en el Mediterráneo, como en los mares tropicales, existen arrecifes de coral. Se trata de zonas aisladas donde crecen arrecifes de coral, muy similares a los presentes en los mares tropicales.
La principal diferencia con los grandes y estructurados arrecifes de coral de los trópicos radica en que estas extensiones de coral se encuentran en aguas más superficiales y, por tanto, más iluminadas.
El ejemplo del falso coral negro
En el arrecife de coral mediterráneo podemos encontrar colonias de Savalia savaglia y Paramuricea clavata. Savalia savaglia, también conocida como "falso coral negro", debe su nombre a la capacidad de producir un esqueleto córneo oscuro, generalmente negruzco.
Las colonias generalmente se asientan sobre esqueletos preexistentes de gorgonáceas y pueden desarrollarse con ramificaciones que superan con creces el metro de longitud.
Los pólipos de este coral se caracterizan por tener seis tentáculos. Son de color amarillo brillante o blanquecino, y muy grandes y vistosas, asemejándose a Parazoanthus axinellae.
Los pólipos no se retraen como los de otras especies sino que pueden retraerse y cerrarse sobre sí mismos. El número de tentáculos varía desde 26-28 hasta 42 en los organismos de esta especie que viven en el fondo marino costero de algunas islas del Atlántico.
La colonia se asemeja a un arbusto robusto, de base rechoncha y a veces de diámetro considerable, del que se ramifican todas las ramas. Aún hoy sabemos muy poco sobre esta especie de coral y cómo logra asentarse en colonias de abanicos de gorgonias atacadas.
Una especie de coral muy longeva
Según algunos autores, el "falso coral negro", dadas sus características, representa una especie de organismo intermedio entre los zoantharia, como las anémonas y madréporas, y los antipatharia, como los corales de aguas profundas.
De hecho, es un organismo similar en algunos aspectos a las colonias de coral de aguas profundas. De hecho, precisamente con este último, también parece compartir la proteína que constituye su esqueleto, que también es similar, en el aspecto de los pólipos individuales, a las pequeñas anémonas.
Es una especie longeva pero bastante rara. De hecho, parece que algunas colonias muy grandes han alcanzado los mil años de edad. Se desarrolla en los arrecifes de coral y en fondos rocosos o con grandes cantos rodados, desde los 20 a 30 metros de profundidad, hasta más de 100 metros y ocasionalmente hasta los 500 metros.
A pesar de sus capacidades agresivas, en muchos fondos marinos es ocasional y suele mostrar colonias solitarias, incluso en presencia de numerosas colonias de abanicos de gorgonias. Esto sugeriría que se trata de una especie que sólo ataca a las gorgonias en condiciones particulares. En algunos fondos marinos, sin embargo, puede estar muy extendida.
Los pólipos de la colonia capturan el alimento tomándolo de la corriente que los atraviesa. Recientemente algunos investigadores, estudiando poblaciones de gorgonáceas a profundidades superiores a los 50 metros con rica presencia de Savalia savaglia, han observado cómo la presencia de esta última especie garantiza un mejor funcionamiento del ecosistema.