El próximo edificio más alto del mundo podría ser una batería gigante de casi 1000 metros de altura
Se anuncia una nueva era en la arquitectura sostenible, con el diseño de edificios que generan energía propia y contribuyen a reducir la huella de carbono de la construcción.
Dos compañías especialistas en tecnología y arquitectura anunciaron su alianza para desarrollar un ambicioso proyecto: rascacielos que producen su propia energía y además la reservan, para autoabastecerse y suministrar electricidad a los edificios vecinos.
El proyecto busca hacer que los edificios sean más eficientes y sostenibles, acelerar la transición energética y contribuir a la lucha contra el cambio climático.
El concepto es simple: edificios gigantes -que pueden tener entre 300 y 1000 metros de altura-, que albergan en su columna central bloques que suben y bajan como ascensores, pero que generan energía en cada movimiento. Así, funcionan como baterías, al aprovechar la fuerza de la gravedad para producir y almacenar energía.
El proyecto utilizará la tecnología GESS (almacenamiento de energía por gravedad) de Energy Vault. Básicamente consiste en elevar grandes pesos, generando así energía potencial. Cuando la demanda energética de la zona aumenta, los bloques caen y convierten esa energía nuevamente en electricidad.
“Estas estructuras tendrán la capacidad de alcanzar varios GWh de almacenamiento de energía basado en la gravedad para abastecer no solo al edificio en sí, sino también a las necesidades energéticas de los edificios adyacentes. Este diseño permitirá, por primera vez en la historia de la construcción y operación de edificios, una recuperación de la inversión en carbono en plazos acelerados de 3 a 4 años”, sostienen desde Energy Vault.
Nueva generación de rascacielos
Las compañías también están explorando el uso de energía hidroeléctrica de almacenamiento por bombeo en rascacielos, reemplazando los bloques por agua. De este modo se podría almacenar energía suficiente para proveer a edificios con una capacidad de varios gigavatios por hora.
Estos nuevos conceptos apuntan a lograr una mayor eficiencia energética, ya que los edificios podrán generar su propia energía y almacenarla para su uso posterior, reduciendo la dependencia de la red eléctrica.
Paralelamente, se busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Al utilizar energías renovables y almacenar el exceso de energía, se disminuirá la huella de carbono de los edificios. Además se utilizarán materiales ecológicos y se buscará integrar los sistemas de almacenamiento de energía en el diseño general del edificio, lo que los hace más sostenibles.
“Energy Vault comenzó a trabajar con SOM durante los últimos 12 meses para optimizar la estructura, la arquitectura y la economía de su tecnología GESS, que desempeña un papel fundamental a nivel mundial en el despliegue de energía renovable”, dijo la empresa en un comunicado.
“Esta es una oportunidad para aprovechar esta experiencia y usarla para el almacenamiento de energía, lo que nos permitiría dejar de depender de los combustibles fósiles”, dijo a CNN Bill Baker, quien trabajó en el diseño del Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, en los Emiratos Árabes.