El robot flexible SPROUT puede transformar las misiones de rescate en situaciones de colapso estructural

Investigadores del Laboratorio Lincoln del MIT y de la Universidad de Notre Dame han desarrollado SPROUT, un robot flexible diseñado para misiones de rescate en zonas urbanas.

escenarios urbanos complejos y robots
Equipos del Laboratorio Lincoln del MIT y la Universidad de Notre Dame desarrollan un robot capaz de realizar rescates en escenarios urbanos complejos. Fuente: MIT Press.

Cuando los edificios se derrumban y el tiempo es crítico para salvar vidas, la tecnología puede ser la diferencia entre el rescate y la tragedia.

Pensando en los desafíos que enfrentan los equipos de rescate en escenarios urbanos complejos, investigadores del Laboratorio Lincoln del MIT, en asociación con la Universidad de Notre Dame, desarrollaron SPROUT (Soft Pathfinding Robotic Observation Unit), un robot maleable inspirado en el crecimiento de una enredadera que puede explorar estructuras colapsadas de manera segura y eficiente.

Inspirado en el crecimiento de una vid, el sistema es capaz de navegar a través de escombros y estructuras derrumbadas. Con sensores y una cámara, SPROUT ayuda a los equipos de emergencia a encontrar víctimas y planificar un acceso seguro.

Revolucionando las operaciones de búsqueda y rescate

Compuesto por un tubo inflable de tela hermética, SPROUT es capaz de desplegarse desde una base fija, inflándose a medida que avanza. Su estructura le permite sortear obstáculos, tomar curvas cerradas y moverse por pasajes estrechos donde otros dispositivos fallan. Equipado con una cámara y sensores en el extremo, transmite imágenes en tiempo real del interior de los escombros, permitiendo a los operadores visualizar y mapear los espacios sin necesidad de entrar físicamente.

“Los entornos de búsqueda y rescate urbanos son extremadamente desafiantes. Incluso las tecnologías más robustas tienen dificultades para operar en estos contextos”, afirmó Chad Council, miembro del equipo SPROUT. “La forma en que opera este robot ayuda a superar muchos de estos obstáculos”.

El proyecto, dirigido por el Grupo de Tecnologías de Resiliencia Humana del Laboratorio Lincoln, nació de una colaboración entre Nathaniel Hanson y Margaret Coad, profesora de la Universidad de Notre Dame y ex alumna del MIT. Coad es pionera en el desarrollo de robots “enredadera” para aplicaciones industriales, y su experiencia fue esencial para el diseño y la fabricación de SPROUT.

barreras físicas y robot "enredadera"
El desarrollo de un robot tipo "enredadera" permite superar algunas barreras físicas.

Una de las grandes ventajas de este robot es su sencillez de manejo. Mediante un joystick, el operador puede dirigir el SPROUT como si fuera un juguete, aunque internamente controlar su crecimiento y aplicar presión de aire para su movimiento es altamente complejo.

"Es como intentar controlar un juguete mojado y que se retuerce. Era fundamental que el movimiento hacia adelante fuera intuitivo para los rescatistas", explica Hanson.

Actualmente el robot puede extenderse hasta 3 metros, pero los investigadores están desarrollando una versión con un alcance de hasta 7,5 metros. Las pruebas de campo ya han comenzado, en particular en el centro de entrenamiento del Massachusetts Task Force 1 en Beverly, donde el equipo tuvo la oportunidad de perfeccionar la durabilidad, portabilidad y maniobrabilidad del dispositivo.

Versátil e innovador, SPROUT puede transformar la inspección en entornos peligrosos

Aunque inicialmente estaba orientado a operaciones de emergencia, los creadores de SPROUT ven un futuro prometedor para este tipo de robots en múltiples sectores. Sus capacidades podrían ser útiles, por ejemplo, en el mantenimiento de sistemas militares, inspección de infraestructuras críticas o en entornos industriales de difícil acceso.

Otro aspecto innovador del proyecto es el simulador fotorrealista creado por el equipo. Este entorno virtual permite reproducir estructuras colapsadas y desarrollar algoritmos de navegación y mapeo de espacios vacíos sin depender de eventos reales, que son raros pero devastadores.

“No tenemos mediciones reales de estructuras colapsadas, por lo que la simulación se ha vuelto esencial para validar los enfoques que estamos desarrollando”, dice Hanson. A medida que continúa el programa, el objetivo es que SPROUT no sólo ayude a localizar víctimas, sino que también identifique peligros y evalúe la seguridad de las operaciones. “Queremos que este robot proporcione una visión completa de la escena antes de que alguien entre en un montón de escombros”, concluye el investigador.

Aunque los equipos de rescate han estado integrando cámaras y sensores en su trabajo, estas herramientas tienen limitaciones importantes, como la necesidad de perforar nuevos puntos de acceso para avanzar en la búsqueda. SPROUT llena este vacío ofreciendo una solución duradera y de bajo costo que puede adaptarse a contextos extremadamente exigentes.

Esta investigación representa un paso decisivo en la aplicación de la robótica blanda a la seguridad civil. La colaboración entre la academia y las fuerzas de emergencia muestra cómo la ciencia puede responder a desafíos reales, ofreciendo soluciones prácticas y escalables para salvar vidas en contextos críticos.