La escala de Kardashev y la clasificación de las civilizaciones extraterrestres

Científicos de todo el mundo siguen buscando en el universo formas de vida inteligente distintas de la nuestra, mientras que algunos ya han desarrollado su propio método de clasificación: la escala de Kardashev.

Alienigena
Es posible que existan en el universo otras formas de vida mucho más evolucionadas que la nuestra.

Aunque todavía no hay pruebas de la presencia de otras formas de vida extraterrestre inteligente, muchos esperan esta posibilidad y, de hecho, no hay razón para que no existan en algún lugar otras civilizaciones, quizá incluso más evolucionadas que la nuestra.

Con esta idea, el astrofísico ruso Nikolai Semenovich Kardashev, en 1963, mientras trabajaba en una búsqueda soviética de civilizaciones extraterrestres, planteó la hipótesis de la existencia de civilizaciones galácticas más antiguas que la nuestra, que por tanto podrían haber alcanzado un nivel tecnológico muy superior al nuestro. Desarrolló entonces un método para clasificar estas civilizaciones, que se publicó en 1964: la escala de Kardashev.

La escala de Kardashev

Este método de clasificación se basa precisamente en el nivel tecnológico alcanzado por las posibles civilizaciones extraterrestres y, en particular, en la capacidad de explotación de los recursos energéticos que poseerían estas civilizaciones.

La escala original propuesta por Kardashev constaba de tres tipos de civilización (Tipo I, Tipo II y Tipo III) con una progresión exponencial, posteriormente se extrapolaron siete tipos de civilización más, hasta llegar al Tipo X.

En la primera categoría, Tipo I, se encuentran todas aquellas civilizaciones capaces de utilizar toda la energía disponible en su planeta de origen, lo que significa ser capaces de explotar plenamente los recursos naturales, la energía eólica, solar y geotérmica, así como la energía nuclear.

Por lo tanto, es evidente que en la actualidad nuestra sociedad aún no ha alcanzado este nivel de evolución tecnológica, ya que sólo somos capaces de utilizar una fracción de la energía total disponible en la Tierra, razón por la cual la civilización humana sigue siendo de Tipo 0, más concretamente de Tipo 0,7.

Nave espacial
Para alcanzar las clases de Tipo II y Tipo III, las sociedades tendrían que haber logrado una evolución tecnológica increíble.

A continuación están las civilizaciones de tipo II, aquellas capaces de utilizar no sólo la energía de su propio planeta, sino también toda la energía irradiada por su propia estrella a través de enormes estructuras como la esfera de Dyson. Se trata de una estructura que por el momento sólo está teorizada; sería una especie de cubierta que podría aplicarse alrededor de una estrella para captar su energía.

Este tipo de civilización está muy lejos de la nuestra, pues ya hemos dicho que la progresión de un nivel al siguiente es exponencial, y a la civilización humana aún le queda mucho camino por recorrer para alcanzar este escalón.

Finalmente, el último nivel hipotetizado por Kardashev es el Tipo III. Según el astrofísico soviético, una civilización de este tipo también es capaz de utilizar toda la energía de su propia galaxia. Por tanto, una civilización de este tipo sería capaz de aprovechar la energía de miles de millones de estrellas, innumerables planetas, satélites, asteroides y cuerpos celestes en general.

Lograr el control total de la galaxia

La evolución tecnológica que tendría que alcanzar una civilización así es en la actualidad es prácticamente inimaginable para nosotros, los humanos. Habría que lograr una increíble evolución tecnológica para poder realizar viajes interestelares, mantener una red de comunicación interestelar y una organización integral.

Esta es, pues, la clasificación teorizada por Kardashev, pero siguiendo esta lógica podría haber civilizaciones aún más evolucionadas capaces de controlar la energía de múltiples galaxias o incluso de todo el universo.

Por el momento, no sabemos si tales civilizaciones existen realmente, pero incluso su mera teorización incita a muchos a proseguir su investigación.