Microplásticos en el cerebro humano: el descubrimiento preocupa a los investigadores de la USP

La presencia de micropartículas de plástico en el cerebro, la región más protegida del cuerpo, hace que los científicos adviertan de posibles daños para la salud humana

Muestras de microplásticos en el cuerpo humano
A la izquierda, imagen de microscopía de una partícula microplástica (azul) en el pulmón y, a la derecha, en tejido cerebral. Crédito: Fernando Amato Lourenço / Universidad Libre de Berlín.

Están repartidos por todo el mundo, invisibles pero omnipresentes: en ciudades, bosques y océanos. En los organismos de los peces, de los pájaros e incluso dentro de nosotros. Los microplásticos se han convertido en una realidad ineludible, en consonancia con el vertiginoso crecimiento de la producción mundial de estos materiales. Recientes investigaciones de la Universidad de São Paulo (USP) revelaron que los microplásticos alcanzaron una de las fronteras mejor guardadas del cuerpo humano: el cerebro.

El estudio, publicado en una edición reciente de la revista JAMA Open Network, es resultado de la cooperación entre un equipo de especialistas de la Facultad de Medicina de la USP, la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (FAPESP) y Plastic Soup, una organización no gubernamental holandesa.

Los investigadores han identificado partículas de plástico en el cerebro de ocho personas. A estas personas fallecidas, residentes en la ciudad de São Paulo desde hacía al menos cinco años, se les practicaron autopsias en el Servicio de Verificación de Fallecimientos de la capital.

Las muestras se recogieron de una parte específica del órgano llamada bulbo olfatorio. En el cerebro humano, los bulbos olfatorios son la parte del sistema nervioso central responsable de recibir primero la información relacionada con los olores. Como están en contacto con las neuronas en la parte posterior de la nariz, pueden servir como vía para la entrada de microplásticos y otras partículas.

Las muestras se sometieron a un riguroso análisis y a radiación infrarroja

Para garantizar la integridad de los resultados y prevenir los riesgos de contaminación externa, se adoptaron estrictos protocolos de higiene. Las muestras se guardaron en contenedores sin plástico e incluso la ropa del equipo de análisis se limitó a prendas de algodón.

Después del tratamiento de las muestras, fueron enviadas al Centro Nacional de Investigaciones en Energía y Materiales (CNPEM), en Campinas. Allí, fueron sometidos a una estación de trabajo especial, alimentada por Sirius, una de las fuentes de radiación sincrotrón activas más brillantes del mundo. Iluminadas con radiación infrarroja, las muestras revelaron diferentes tipos de microplásticos.

Los microplásticos que se encuentran en el cerebro son de uso común en la industria y el comercio

El polipropileno (PP) fue el tipo de partícula más común (44 %) en los fragmentos del bulbo olfatorio analizados en la investigación. Este microplástico derivado del petróleo se utiliza ampliamente en el embalaje y composición de productos de uso personal, como mascarillas desechables, piezas de vehículos y equipos médicos. La poliamida (PA), el acetato de polietileno y vinilo (Peva) y el polietileno (PE) se encuentran entre otros microplásticos identificados en las muestras.

Producción de botellas y microplásticos.
La producción mundial de plásticos lleva creciendo desde la década de 1950, y en los últimos 20 años ha aumentado a un ritmo del 50 % por década. Crédito: Romaset / Getty Images Plus

En cada uno de los fragmentos se encontraron de 1 a 4 partículas microplásticas, con tamaños que oscilan entre 5,5 µm y 26,4 µm (micrómetro). El micrómetro es una medida que corresponde a una millonésima de metro. En estas dimensiones, los microplásticos detectados por la investigación se parecen a bacterias de tamaño mediano y son ligeramente más pequeños que una célula humana.

La ciencia investiga los efectos de los microplásticos en la salud

“La detección de microplásticos en el cerebro genera preocupación porque es el órgano más blindado del cuerpo”, destaca el químico Henrique Eisi Toma, del Instituto de Química de la USP. El cerebro está protegido por una membrana formada por tres tipos de células, la barrera hematoencefálica, que bloquea el flujo de compuestos que trae la sangre.

Eliminación de residuos y microplásticos
La cultura del plástico desechable y la eliminación inadecuada de residuos contribuyen a la circulación de microplásticos en todo el mundo. Crédito: Md. Akhlas Uddin / Pacific Press / Lightrocket via Getty Images

“Los micro y nanoplásticos son un tema importante que debe tratarse con cautela. Todo el mundo está expuesto a ellos, pero aún no se conocen bien sus efectos sobre la salud humana”, afirma el experto. Los nanoplásticos son una categoría aún más pequeña de estas partículas (1 nanómetro equivale a una milésima de micrómetro), siendo comparable al tamaño de los virus.

En el cuerpo humano, la absorción de micro y nanoplásticos suele ocurrir mediante el uso de productos que contienen estas pequeñas partículas, como cosméticos y pinturas, y la degradación de los plásticos a tamaños más pequeños por la acción de la luz, el calor, la humedad, entre otros procesos.

Según un informe de Pesquisa Fapesp, “estos materiales sintéticos pueden afectar órganos y tejidos debido a su composición química, su geometría o los microorganismos que pueden transportar, pero, por ahora, se desconoce el impacto de cada uno de esos factores”.

Referencias de la noticia:

Pesquisa Fapesp. Equipe da USP identifica microplásticos no cérebro humano. 2025

JAMA Open Network. Microplastics in the Olfactory Bulb of the Human Brain. 2024