Modificar deliberadamente el clima: ¿una solución de emergencia o una bomba de tiempo?
¿Puede la geoingeniería frenar el calentamiento global o crear más peligros? Analizamos los problemas y las posibles consecuencias.
El Acuerdo de París fijó un objetivo ambicioso: limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. Sin embargo, con la trayectoria actual de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), es probable que este umbral se supere en la próxima década.
Ante la crisis climática, algunos científicos y responsables políticos se plantean soluciones audaces, entre ellas la geoingeniería.
Geoingeniería: ¿qué es?
La geoingeniería es un conjunto de técnicas destinadas a controlar, modificar y gestionar el medio ambiente de la Tierra, en particular su clima, sus ciclos naturales y sus ecosistemas.
Esto puede lograrse inyectando partículas reflectantes en la estratosfera o aclarando las nubes marinas para aumentar su reflectividad. Estos métodos se inspiran en los efectos de enfriamiento observados tras las grandes erupciones volcánicas, y podrían reducir las temperaturas globales a corto plazo.
¿Solución alternativa?
Los defensores de la ingeniería climática señalan su potencial para ofrecer un respiro temporal al rápido aumento de las temperaturas y sus efectos. Al ralentizar el calentamiento, estas tecnologías podrían reducir los picos de calor y estabilizar ciertas condiciones meteorológicas extremas. Esto permitiría ganar tiempo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y desarrollar tecnologías verdes.
Para los países especialmente vulnerables al cambio climático, como las islas pequeñas o los que se enfrentan a olas de calor y sequías mortales, la geoingeniería podría ser una salvación.
Las repercusiones del calentamiento global en el abastecimiento de alimentos, energía y agua, así como en las migraciones humanas, representan cuestiones cruciales para la seguridad nacional. Alterar deliberadamente el clima podría estabilizar algunas regiones, pero también desestabilizar otras.
Un tema controvertido
La comunidad científica está dividida al respecto. Por un lado, varios investigadores ven la ingeniería climática como una solución necesaria a la emergencia climática. Por otra parte, muchos advierten de los riesgos de efectos indeseables imprevisibles e irreversibles, como la alteración de los regímenes pluviales.
De hecho, los expertos reconocen que aún se desconocen en gran medida las repercusiones a largo plazo de estas intervenciones. En caso de interrupción repentina de estas intervenciones, el clima podría experimentar un rápido repunte de las temperaturas, empeorando aún más la situación.
Además, los efectos podrían no ser uniformes, creando ganadores y perdedores en todo el planeta. También existe el temor a que la ilusión de poder controlar el clima pueda amainar los esfuerzos por reducir las emisiones de GEI.
Una cuestión geopolítica de primer orden
La geoingeniería también plantea cuestiones de gobernanza y justicia climática. ¿Quién decide cómo y dónde se aplicará? ¿Podrán los países ricos, que disponen de los recursos tecnológicos y financieros, imponer sus opciones a los países menos desarrollados?
La ausencia de una normativa internacional clara podría dar lugar a conflictos, ya que cada país trata de proteger sus propios intereses. La tentación de algunos de recurrir unilateralmente a la ingeniería climática podría agravar las tensiones internacionales.
Responsabilidad hacia las generaciones futuras
Además de las consideraciones técnicas y geopolíticas, la geoingeniería plantea profundas cuestiones éticas y morales, sobre todo en relación con nuestro derecho a modificar la naturaleza y nuestra obligación de proteger la diversidad biológica para el bienestar de los seres vivos presentes y futuros.
La manipulación deliberada del clima plantea un reto fundamental en términos de nuestra responsabilidad hacia las generaciones futuras. Al alterar el delicado equilibrio de nuestra biosfera, corremos el riesgo de alterar irreversiblemente las condiciones medioambientales para las generaciones venideras.
Hacia una gobernanza mundial
Antes de poner en marcha cualquier iniciativa, la comunidad internacional debe invertir en investigación para comprender mejor el impacto potencial de estas tecnologías y desarrollar protocolos de respuesta de emergencia en caso de fallo.
Para un enfoque responsable de la ingeniería climática, es esencial una gobernanza internacional sólida y equitativa. Se necesitan acuerdos mundiales que proporcionen un marco para estas intervenciones, reduzcan el riesgo de conflictos y, por supuesto, garanticen que las medidas adoptadas se basan en pruebas científicas sólidas.