Permafrost: ¿aliado o enemigo? ¿Sumidero o fuente de dióxido de carbono?

El permafrost, el suelo congelado en el hemisferio norte está seriamente afectado por el aumento de la temperatura. Con esta nueva realidad, ¿es un sumidero o una fuente de dióxido de carbono?. En la nota te contamos los resultados de recientes estudios.

Permafrost
El permafrost es el suelo congelado durante 2 años o más y representa el 15 % de la superficie continental del hemisferio norte.

El suelo congelado durante 2 años o más, que conocemos como permafrost, se extiende por una superficie a de unos 14 millones de kilómetros cuadrados en el hemisferio norte. Para tomar dimensión de ello, podemos decir que representa el 15 % de la superficie terrestre de ese hemisferio. Las bajas temperaturas limitan la descomposición de la materia orgánica, lo que convierte a los suelos de permafrost en un importante sumidero de carbono, tal como indica Eos en un reciente informe.

Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del deshielo del permafrost podrían representar entre el 25 % y el 40 % de las emisiones permitidas para mantener el aumento del clima por debajo de 2ºC.

Pero el aumento de las temperaturas debido al cambio climático, que es muy notorio en altas latitudes del hemisferio norte, está descongelando el permafrost y permitiendo que los microbios descompongan el carbono almacenado. El resultado de este proceso es la liberación de gases de efecto invernadero, especialmente metano, creando un bucle de retroalimentación que impulsa aún más el calentamiento del clima.

Los procesos que hacen que el permafrost persista aun son materia de investigación. Durante las últimas 2 décadas, los científicos han investigado los numerosos factores que afectan al permafrost y a su papel en el ciclo del carbono, como los cambios en la vegetación, los periodos de congelación y descongelación, los incendios forestales y otras perturbaciones.

Algunos sectores emiten grandes cantidades de metano

Un reciente estudio publicado en AGU - Advances Earth and Space Sciences, se examinan la amplitud de los conocimientos sobre el tema para comprender mejor cómo el cambio del permafrost de sumidero de carbono a fuente de carbono en el hemisferio norte podría afectar a los objetivos climáticos globales. El equipo de trabajo fue comandado por Claire C. Treat, del Institute Helmholtz Center for Polar and Marine Research, con sede en Potsdam, Alemania.

Permafrost Mapa
El mapa muestra la cobertura de permafrost, la reserva de carbón en el suelo, y los tipos de vegetación asociadas. Fuente: AGU

En este trabajo se llegó a la conclusión de que las regiones de permafrost terrestre del hemisferio norte siguen siendo en conjunto un pequeño sumidero neto de dióxido de carbono. Sin embargo, las regiones húmedas de permafrost, sobre todo en Eurasia, presentan elevadas emisiones de metano. También observaron que la absorción de dióxido de carbono es menor en las latitudes más altas, y que el sumidero más importante se encuentra en el oeste de Canadá.

Los autores señalan en el sumario de la investigación que hay cambios en las cantidades de gases de efecto invernadero según el tipo de modelización utilizada y la densidad de datos disponibles. Para calcular los balances de carbono a escala regional, sugieren una recogida de datos sobre el terreno y mediante sensores continuada y coordinada.

Los detalles que se van conociendo

Los investigadores también arribaron a la conclusión de que la mejora de los mapas y modelos, acompañada de mediciones de dióxido de carbono y metano durante todo el año en más zonas, mejoraría la precisión general de las mediciones del flujo de carbono en las regiones de permafrost. Esto ayudaría a tener mejor información sobre el comportamiento de los gases de efecto invernadero y su impacto en el comportamiento de la temperatura.

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En las últimas décadas se han producido avances significativos en la ciencia del carbono del permafrost, como la identificación de grandes reservas de carbono del permafrost, el desarrollo de nuevos mapas panárticos del permafrost, el aumento de los lugares de medición terrestre de los flujos de CO2 y metano, e importantes factores que afectan al ciclo del carbono, como los cambios en la vegetación, los periodos de congelación y descongelación del suelo, los incendios forestales y otras perturbaciones.

En conclusión, el cambio climático y el consiguiente deshielo del permafrost amenazan con transformar la región de permafrost de sumidero de carbono en fuente de carbono, lo que supone un reto para los objetivos climáticos mundiales. Los estudios muestran unas elevadas emisiones de metano de los humedales y una pequeña capacidad neta de sumidero de dióxido de carbono en la región del permafrost terrestre.