¿Por qué vemos siempre la misma cara de la Luna? ¿No gira sobre sí misma?
Nuestro planeta, a diferencia de otros, sólo tiene un satélite natural: la Luna. Su aspecto diferente durante el movimiento orbital ha fascinado al hombre desde la antigüedad. A lo largo de los años, se ha estudiado ampliamente y ahora sabemos mucho sobre ella.
La Luna es el único satélite natural de la Tierra y, debido a su singularidad, es normal que a lo largo de los años muchos se hayan dedicado a su estudio, y de hecho su naturaleza presenta hasta la fecha muy pocos misterios. En este artículo nos dedicaremos al análisis detallado de los movimientos de nuestro satélite.
Sus movimientos principales son tres: el movimiento de rotación alrededor de su propio eje, el movimiento de revolución alrededor de la Tierra y el movimiento de traslación alrededor del Sol.
El movimiento de revolución
Empecemos por el segundo, su movimiento de revolución alrededor de nuestro planeta. Para estudiarlo podemos utilizar dos referencias diferentes: la de las estrellas fijas y la respecto a la alineación Sol-Tierra.
En comparación con las estrellas fijas, la Luna completa una órbita completa alrededor de la Tierra en unos 27,3 días, es decir, 27 días, 7 horas, 43 minutos y 12 segundos; es lo que se denomina mes sideral o sidéreo.
Si, por el contrario, consideramos la alineación Sol-Tierra, puesto que nuestro planeta también gira alrededor del Sol en el mismo sentido que la Luna gira alrededor de nosotros, el intervalo entre dos lunas nuevas, es decir, entre dos conjunciones solares, es de unos 29,5 días, es decir, 29 días, 12 horas, 44 minutos y 2,9 segundos.
Movimiento de rotación
Pasemos ahora al movimiento de rotación de nuestro satélite alrededor de su eje: el sentido de rotación es el mismo que el de la Tierra, es decir, de oeste a este (en el sentido contrario a las agujas del reloj si se observa desde el polo norte celeste).
El tiempo que tarda la Luna en dar una vuelta completa sobre sí misma es de 27 días, 7 horas, 43 minutos y 11,6 segundos, exactamente un mes sideral, el mismo tiempo que tarda en dar una vuelta completa alrededor de la Tierra. En otras palabras, el periodo de rotación de nuestro satélite es igual a su periodo de revolución.
Precisamente por este motivo, la Luna nos muestra siempre la misma cara. Esta característica, muy común entre los distintos satélites y planetas de nuestro sistema solar, se denomina rotación sincrónica.
La libración lunar
Se podría pensar que, por tanto, sólo podemos ver el 50% de la Luna, pero no es así porque nuestro satélite también realiza otro movimiento: la llamada libración.
Se trata de un movimiento aparente de la Luna resultante de 3 cambios de perspectiva debidos a que el eje lunar está ligeramente inclinado con respecto al plano orbital de la Luna, a que su órbita es elíptica y no perfectamente circular y, por último, a la ligera variación de nuestro punto de vista entre el momento en que la Luna sale y el momento en que se pone. Esto nos permite ver aproximadamente el 59% de la superficie lunar.
La Luna se está alejando de la Tierra
Por último, el último movimiento de nuestro satélite puede sorprender a algunos. Tiene que ver con las fuerzas de marea que ejerce la Luna sobre las masas oceánicas de la Tierra. Éstas se atraen y se extienden en el sentido Tierra-Luna.
Esta atracción ejercida sobre el lóbulo de marea tiene una componente opuesta a la rotación de la Tierra y, por tanto, provoca una ligera ralentización del momento angular terrestre, con una disminución de la velocidad de rotación de sólo unos veinte segundos por millón de años.
Sin embargo, en este sistema también se aplica el principio de conservación del momento angular, lo que provoca un aumento de la distancia entre la Tierra y la Luna. Sí, nuestro satélite se aleja lentamente de nuestro planeta, apenas 3 centímetros al año.