Prevención de la demencia: nuevos estudios muestran cómo una dieta adecuada puede ayudar
Todo el mundo quiere mantenerse lo más en forma posible hasta llegar a una edad avanzada. El progreso médico y un estilo de vida saludable son factores claves para ello. Los estudios están mostrando nuevas formas de prevenir la temida demencia.
Cuanto más viven las personas, mayor es el riesgo de desarrollar demencia. Aunque la enfermedad también puede presentarse en personas más jóvenes, las personas mayores son las más afectadas.
Después de los 65 años, el riesgo de desarrollar demencia aumenta significativamente y se duplica cada cinco años. El Alzheimer es la forma más común de demencia y representa dos tercios de los casos.
¡Manténte siempre en movimiento!
El ejercicio es quizás la medida preventiva más importante. No es necesario que vayas al gimnasio o estés en la cancha de tenis todos los días. Integrar ejercicio en su rutina diaria en forma de caminatas regulares y paseos en bicicleta mejora su estado físico.
La actividad física mejora el flujo sanguíneo al cerebro. Esto garantiza un mayor suministro de oxígeno. Además, el ejercicio promueve el crecimiento de nuevas células cerebrales y protege las células nerviosas. Incluso aquellos que ya están enfermos pueden retrasar la progresión de la demencia mediante el ejercicio.
Otros efectos secundarios positivos de un estilo de vida activo son los contactos sociales que proporciona. Ya sea que inicies una conversación con otras personas mientras caminas o vayas a nadar con personas que piensan como tú: intercambiar ideas con otros beneficia no solo tu alma sino también tu cerebro.
Se deben tratar factores de riesgo como diabetes, presión arterial, mala visión y pérdida de audición. Una buena atención médica también reduce el riesgo de demencia.
Manzanas y bayas, repollo y cacao
Se sospecha desde hace tiempo que no sólo una dieta generalmente sana, sino especialmente ciertas frutas y verduras, ayudan a mantener el cerebro en forma. Esto se debe a unas sustancias vegetales secundarias llamadas flavonoides, que dan a las frutas y verduras su color típico.
Se encuentran en las manzanas, las bayas, los cítricos, las ciruelas, la col, las cebollas rojas, la rúcula y el apio, pero también en el té, el cacao y el chocolate negro.
Científicos del Departamento de Neurología de la Universidad de Columbia en Nueva York, estudiaron la relación entre la ingesta de sustancias vegetales y la aptitud mental en 3,600 personas mayores de 60 años durante tres años.
Resultado: el grupo de participantes que comió la dieta más saludable y recibió 500 miligramos de sustancias vegetales diariamente experimentó el menor deterioro en el rendimiento mental.
¿La vitamina C y el betacaroteno como arma milagrosa?
No existe una protección completa contra la demencia. Pero un nuevo estudio de Alemania aclara la conexión entre la ingesta elevada de flavonoides y la salud mental. El estudio, publicado por la Universidad de Ulm en el Journal of Alzheimer's Disease, investigó si los antioxidantes como la vitamina C y el betacaroteno pueden prevenir la demencia.
Los científicos compararon pacientes en etapa inicial y participantes sanos. Desde el principio, el suero sanguíneo de los pacientes con Alzheimer mostró significativamente menos antioxidantes. Se prevén más estudios.
Alimentos fitness para el cerebro
Buenas razones para adaptar tu dieta en consecuencia. Las fuentes de betacaroteno incluyen zanahorias, espinacas, pimientos rojos, mangos y albaricoques. Los cítricos, los pomelos, las grosellas, el espino amarillo, los kiwis, así como verduras como la col rizada, el brócoli, el hinojo, las espinacas, las coles de Bruselas, el ajo silvestre y el perejil contienen niveles especialmente altos de vitamina C.
Referencia de la noticia:
https://www.neurology.columbia.edu/news/cocoa-flavanols-may-boost-memory-dont-start-buying-chocolate
https://cordis.europa.eu/article/id/35080-vitamin-c-and-betacarotene-can-help-fight-dementia/de