Se pone en marcha la turbina eólica de madera más alta del mundo
El futuro de la energía eólica parece ser una combinación de madera y pegamento, completamente limpia y sin huella de carbono.
Madera y viento. Una combinación que promete ser protagonista de la energía del futuro. Así lo asegura Modvion, la compañía sueca que acaba de poner en marcha la primera turbina hecha de madera.
Con 150 metros de altura hasta la punta de la pala, la innovadora torre está hecha con 144 capas de madera laminada, prensada y encastrada en varios cilindros de 16 a 24 metros de altura, que se apilan uno encima del otro en el lugar de instalación de la turbina eólica.
La turbina está ubicada en Gotemburgo, en el oeste de Suecia, y ya brinda electricidad a 400 hogares.
El mundo de hoy exige turbinas cada vez más altas que sean capaces de soportar vientos más fuertes. Uno de los desafíos mayores de este tipo de generadores -en sus versiones de acero- es la logística, es decir, el traslado, la instalación y el mantenimiento.
Frente a esta dificultad, los ingenieros del proyecto destacan que el modelo de madera es mucho más fácil de trasladar e instalarse, ya que las torres se pueden construir en módulos más pequeños y más fáciles de transportar.
“La industria quiere construir turbinas con una altura de punta de pala de 300 metros, lo que significa una torre de 200 metros más de altura. Con la modularidad se puede lograr eso”, explicó a la BBC Otto Lundman, director ejecutivo de la empresa.
La compañía sostiene que las torres de este tipo podrían alcanzar los 1500 metros de altura y que comenzar con 150 es un buen paso inicial. “Para nosotros los puentes, túneles y carreteras sinuosas no suponen ningún problema”, afirma Modvion.
Las altas torres de acero necesitan refuerzos adicionales para soportar su propio peso, algo que las torres de madera no necesitan. Además, las torres modulares de acero exigen una gran cantidad de pernos que necesitan inspecciones periódicas. En cambio, las partes de la torre modular de madera se unen sólo con pegamento.
Energía 100 % limpia, de verdad
Como sabemos, la energía eólica es más limpia que cualquier otra. No obstante, el proceso de fabricación de las gigantescas torres de acero sí implica el uso de combustibles fósiles y otros procesos no limpios.
La torre de madera elimina la huella de carbono. Pero además convierte las turbinas en carbono negativo. Porque el dióxido de carbono que se aloja en la madera sólo se libera a la atmósfera si la madera se quema o se pudre. Si la madera permanece intacta, conserve el dióxido de carbono.
Se utilizaron unos 200 árboles en la torre de Gotemburgo. Son de abeto escandinavo, una especie originaria de las regiones montañosas de Europa, cuya madera liviana, de color claro, es muy usada en carpintería. Modvion dice que también aquí se pensó en la sustentabilidad, porque su rebrote supera a la tala.
También destaca las ventajas de la madera frente a amenazas como incendios o humedad. Es difícil que la madera prensada se encienda porque es demasiado densa. El lado expuesto a un incendio sólo comenzaría a carbonizarse a un ritmo muy predecible y controlable. Por supuesto, está impermeabilizada para afrontar cualquier problema de humedad.
La compañía anunció que, para 2027, apunta a abrir una instalación capaz de producir 100 turbinas modulares de madera al año. "La industria está instalando actualmente 20.000 turbinas al año", afirmó Lundman. "Nuestra ambición es que dentro de 10 años el 10 % de esas turbinas sean de madera", agregó.
El proyecto recibió financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea.