Un nuevo estudio afirma que el agua dulce surgió en nuestro planeta mucho antes de lo que pensábamos
El agua impulsa el ciclo vital que domina la Tierra, permitiendo la existencia de diversas formas de vida. Un nuevo estudio adelantó en 500 millones de años su aparición.
Según la teoría más aceptada, la teoría nebular o de la acreción planetesimal, el origen de nuestro planeta fue el mismo que el del sistema solar: una nebulosa (una densa nube de gases y polvo interestelar) aportó el material, y la onda de choque producto de la explosión de una estrella cercana (supernova) provocó el giro y la contracción de la nebulosa.
Hacia el centro de la nebulosa solar, la gravedad comenzó a atraer el material que generó un núcleo tan grande que, al alcanzar su masa crítica, inició las reacciones nucleares en cadena que proporcionan la energía a nuestra estrella, hace unos 4.600 millones de años.
El 99.86 % de toda la materia de la nebulosa formó el Sol. El 0.14 % de la materia restante se fue condensando y uniendo mientras giraba alrededor del Sol, formando rocas cada vez más grandes, los planetesimales. Del choque y la fusión de esos planetesimales durante 400 a 450 millones de años, comenzaron a surgir los planetas, algunos rocosos, otros gaseosos. La Tierra se formó casi 100 millones de años después del Sol, siendo el único planeta del sistema solar que tiene vida y que posee agua en estado líquido en su superficie.
La historia del agua es la historia de la vida
Nuestro planeta tiene unos 4.540 millones de antigüedad, y como es de suponer, el origen del agua en nuestro planeta fue posterior. Sin embargo, una nueva investigación realizada por la Universidad de Curtin (Australia) que ha realizado una nueva datación de oxígeno en minerales, revela que se ha podido fechar los orígenes del ciclo hidrológico hace unos 4.000 millones de años, casi 600 millones de años después de la formación de la Tierra. Hasta ahora se creía que el agua dulce en la Tierra, un factor esencial para la vida, databa desde hace casi 3.500 millones de años.
Esto, en tiempos cósmicos, es muy rápido. Si hacemos el ejercicio de comprimir los 4.540 millones de años de la Tierra en un solo día, a las 00:00 se formó la Tierra y 6 minutos más tarde se formó la Luna. A las 03:17 (casi 3.900 millones de años atrás) tenemos agua en el planeta. A las 8:14 aparecen las bacterias que generan el oxígeno y a las 13:24 aparecen las primeras células.
A las 21:48 los anfibios salen a tierra firme y a las 23:39 el asteroide 'Chicxulub' impactó la actual Península de Yucatán y dio pie a la extinción masiva de los dinosaurios y con ellos, el 75% de las especies de plantas y animales. A las 23:58 hace su aparición el Homo Erectus, y el Homo Sapiens comenzó a poblar el planeta a las 23:59:57. En el último segundo del día, los egipcios construyeron las pirámides, nació Cristo, lanzamos la bomba atómica, exploramos el espacio y estamos agotando el agua dulce.
Sólo el 3 % es apta
Hamed Gamaleldien es investigador adjunto en la Facultad de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Curtin (Australia) y autor del estudio, señala que al analizar cristales antiguos de Jack Hills en la región del Medio Oeste de Australia Occidental, los investigadores han retrasado la línea de tiempo para la aparición de agua dulce hasta unos pocos cientos de millones de años después de la formación del planeta.
El agua presente en nuestro planeta equivale a unos 1.386 millones de kilómetros cúbicos, y de estos, menos del 3 % es agua dulce. Según la química, una molécula de agua está formada por un átomo de oxígeno y dos átomos de hidrógeno (H2O) y mientras que el hidrógeno nació en el Big Bang, el oxígeno abunda en los núcleos de estrellas aún más masivas que el Sol. Pero los marcadores químicos en el agua oceánica sugieren que la mayor parte del agua provino de asteroides y cometas que colisionaron con la Tierra hace millones de años.
Según Gamaleldien, la evidencia de agua dulce a varios kilómetros de profundidad en el interior de la Tierra, desafía la teoría existente de que la Tierra estuvo completamente cubierta por un océano hace cuatro mil millones de años.
Este descubrimiento es crucial para comprender cómo se formó la Tierra y cómo surgió la vida. También sugiere que las masas de tierra y el agua dulce prepararon el escenario para que la vida floreciera en un período de tiempo relativamente corto, mucho más corto de lo que se creía: tan solo 600 millones de años después de que se formara el planeta.