Una planta del desierto recoge agua del aire expulsando sal de sus hojas
Un estudio ofrece una nueva visión de las estrategias que han desarrollado las plantas para sobrevivir en lugares difíciles.
Un arbusto desértico, de hoja perenne y común en Medio Oriente, expulsa cristales de sal de sus hojas que pueden ayudar a la planta a absorber la humedad del aire, según revela un nuevo estudio.
El tamarisco de Athel (Tamarix aphylla) forma parte de un grupo de plantas conocidas como recretohalófitas que se han adaptado a vivir en suelos extremadamente salinos. Estas plantas absorben el agua salada a través de sus raíces, utilizándola como alimento y expulsando después el agua salada restante concentrada en sus hojas.
¿Qué ocurre con el agua expulsada?
Panče Naumov, de la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi, y sus colegas sentían curiosidad por saber qué ocurría con esta agua después de ser expulsada. Al principio pensaron que el tamarisco Athel podría utilizar las gotas para regar sus propias raíces.
Sin embargo, la observación minuciosa de los vídeos time-lapse demostró que no era así. "En realidad, las gotas no caen. Se quedan pegadas a la superficie", explica Naumov. Los investigadores estudiaron los cristales que quedan en las hojas de tamarisco cuando se evapora esta agua, recogiendo sales de plantas que crecen en las afueras de Abu Dhabi en cinco épocas distintas del año para tener en cuenta las diferencias estacionales.
Cuando los científicos analizaron la composición mineral del rocío salino del tamarisco, encontraron más de 10 tipos diferentes de sal, todos cristalizados juntos. Estos cristales están compuestos principalmente por cloruro sódico y yeso. Sin embargo, los investigadores también encontraron trazas de un ingrediente secreto: sulfato de litio.
Este mineral es excepcionalmente bueno absorbiendo agua y a una humedad mucho menor que el cloruro de sodio o el yeso. Mientras que el cloruro de sodio y el yeso son los que más agua absorben, la adición de sulfato de litio a la mezcla mineral, dicen los investigadores, ayuda a explicar cómo el tamarisco acumula agua incluso a baja humedad.
Marieh Al-Handawi, autora principal del estudio, está de acuerdo y señala que la composición de la sal puede variar según las regiones y las estaciones. La esperanza, dice, es que haya otros materiales interesantes para recoger agua esperando a ser encontrados en el desierto.